El Plan Medidas de Prevención y Control para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19 y el Protocolo de Prevención y Organización del regreso a la actividad lectiva en los centros educativos para el curso escolar 2020-2021 establecen la necesidad de realizar una ventilación frecuente de los espacios de los centros docentes. Asimismo, las pautas recientemente facilitadas por la Consejería de Sanidad, siguiendo las recomendaciones del Comité de Expertos, señalan como conveniente la instalación de medidores de dióxido de carbono para el control de la calidad del aire en las aulas, ya que proporciona un indicador de la concentración de CO2 que permite determinar en qué momento es necesario proceder a su ventilación. Por otra parte, la instalación de estos medidores permitirá ajustar los tiempos de ventilación a los estrictamente necesarios.
Desde comienzos del mes de febrero, la Consejería de Educación ha comenzado a distribuir estos dispositivos en los centros educativos de la Comunidad. Unos medidores adquiridos mediante cuatro contratos de suministro con tramitación de emergencia y un presupuesto que alcanza 1.415.246 euros.
De este modo, los primeros aparatos han servido como testigo para todo el centro, ya que al observar el comportamiento de la concentración de CO2 en un aula, se han podido establecer las pautas de ventilación en espacios con similares características en superficie y ocupación. En la pantalla digital aparece la temperatura en grados centígrados, la humedad en porcentaje y el nivel de dióxido de carbono en cada momento. Así, los valores son óptimos se muestran a través de una luz verde; cuando decae la calidad del aire, la luz es amarilla; y, es necesario ventilar la estancia cuando se vuelve roja.
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