Llegan los puestos de castañas asadas con la bajada de las temperaturas

A partir de este sábado, se espera una fuerte caída de las temperaturas, con mínimas que podrían bajar de los cero grados y máxima que apenas superarán los 10

 Castañas
Castañas

Con el otoño ya empezado y el tiempo adaptándose ya a la nueva estación, llegan a Salamanca, un año más las castañas asadas. Los puestos ya inundan las calles de la ciudad, y lo hacen en el momento oportuno, cuando el frío comienza a instaurarse. Y es que, a partir de este sábado, se espera una fuerte caída de las temperaturas, con mínimas que podrían bajar de los cero grados y máxima que apenas superarán los 10.

Estos puestos son capaces de trasladarnos por unos instantes a esas noches frías y navideñas donde toda la familia se sienta alrededor de la chimenea para comer las castañas asadas.

Así es para algunos de estos castañeros salmantinos, como una tradición con un encanto especial. Por otro lado, otros lo ven como un simple trabajo de temporada que, combinándolo con alguna otra actividad veraniega, les ayuda a pasar el año. Esta concepción de la venta de castañas está relacionada con su cultivo, es decir, aquellos que la consideran una tradición navideña, por lo general, las cultivan ellos mismos y, por el contrario, los que la consideran un trabajo de temporada, las compran.

Las castañas asadas es la forma más habitual de comerlas junto a las cocidas, pero se pueden cocinar y comer de muchas formas más. Por ejemplo como guarnición, sobre todo de carne de aves; en postres, crudas, tostadas, ahumadas con mantequilla, para acompañar otros alimentos...en definitiva, se pueden cocinar a gusto de todos. Para los curiosos, los castañeros aseguran, aunque parezca mentira, que las castañas asadas y las crudas son más sabrosas que las cocidas y aconsejan, puestos a asarlas, hacerles un pequeño corte para evitar que estallen.

También, a pesar de que los salmantinos las prefieren grandes, según confirman los castañeros, éstos recomiendan las pequeñas ante las grandes por su especial gusto dulzón; admiten que son más difíciles de pelar pero aseguran que son mucho más sabrosas y dulzonas. Y para saber si las castañas son buenos ejemplares, aconsejan tener en cuenta que pesen, que sean duras y que tengan un color y un olor reluciente. Además, explican que la castaña es un fruto seco muy nutritivo, rico y saludable. Es muy bueno para el potasio, el corazón y para el nerviosismo y el estrés. Es menos graso que otros frutos secos y contiene muchas vitaminas. Y aconsejan comerlas asadas o cocinas antes que crudas porque se digieren mejor.

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