Desde que se levantara el estado de alarma, con la excepción de la primera jornada en la que se vivieron aglomeraciones en la Plaza Mayor y botellones en Puente Romano, la Policía Municipal ha despachado centenares de multas por incumplir las medidas restrictivas o reincidir en infracciones que ya eran penadas antes del estado de alarma, como es el caso de los botellones.
La pasada noche del sábado se saldó con 215 multas por incumplir restricciones del coronavirus y por otras infracciones directamente relacionadas con el ocio nocturno. Este es el parte policial que deja la madrugada: 102 denuncias por mascarillas, 55 por ruidos en viviendas (fiestas), 26 por ruidos en locales, 29 por hacer botellón en la calle, 1 por fumar sin distancia de seguridad, 1 por incumplir el horario de cierre en un establecimiento hostelero y 1 por obstaculizar la labor inspectora de los agentes municipales.
Un ritmo de sanciones que se ha incrementado exponencialmente desde el fin del toque de queda y el levantamiento de algunas restricciones asociadas al estado de alarma, pero que no tiene visos de ser una medida efectiva toda vez que con la llegada del buen tiempo la fiesta de los fines de semana irá ganando peso, al menos, hasta el final del curso universitario.
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