La provincia de Salamanca cuenta en la actualidad con 370 trabajadores en Correos, aunque desde 2007 han desaparecido 185 puestos, lo que ha supuesto “la implantación de un modelo precario con un peso cada vez mayor de la contratación temporal y a tiempo parcial”. De hecho, 112 personas son temporales en Salamanca.
Además, el recorte de dos tercios de la financiación del Servicio Postal Universal hasta quedarse en 57 millones de euros, ha destruido 15.000 puestos de trabajo a nivel nacional, 100 de ellos en la provincia. Esto ha motivado que en algunos municipios ya se estén dando casos de pérdida de este servicio y que no se lleve el correo diariamente, con las repercusiones que ello tiene para los ciudadanos.
Por este motivo, los sindicatos mayoritarios de Correos, que suman hasta el 85% de representatividad de los trabajadores, han anunciado un calendario de movilizaciones para los próximos meses, que comenzará el 4 de mayo a nivel provincial y será gradual, sin descartar la huelga general mientras no se dé respuesta a las exigencias para garantizar la viabilidad de la empresa pública y del servicio.
Entre las reivindicaciones que piden CSIF, CCOO, UGT está un pacto laboral con “un mejor salario, empleo y derechos”. Manifiestan la necesidad de un plan estratégico que lleva dos años sin implantarse y que supone el volumen de correo gestionado haya bajado de más de cinco mil millones a tres mil millones. En definitiva, “necesitamos potenciar la paquetería, un banco postal y potenciar los servicios financieros”, aseguraba el responsable de la sección sindical de CCOO, Juan Francisco Rivas. Por su parte, USO se ha desmarcado de estas palabras y no forma parte de los convocantes.
Reivindicaciones de la acción conjunta sindical para Correos
En materia de salario, los sindicatos piden la recuperación del poder adquisitivo para los funcionarios, el 100% de salario por incapacidad temporal y la recuperación de la aportación del plan de pensiones.
En lo relativo al empleo , requieren una plantilla suficiente para cubrir todo el Servicio Postal Universal, la reposición del empleo al 100%, la regla de cobertura de ausencias con la que se evite el recargo de los funcionarios, un plan de prejubilaciones, y uno integral de la salud, así como acabar “con lo que no esté regulado”. En este último aspecto incluyen la jornada continua de 37,5 horas y la organización del trabajo.
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