La pandemia obligó a cerrar los templos hace un año: "Fue muy duro tener que aconsejar dejar las reuniones presenciales"

Las confesiones reconocen que fue "muy duro" tener que cerrar estos espacios e incluso en algunos casos, creen que se limitó "injustificadamente" el derecho a la libertad de culto

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La pandemia obligó a cerrar los templos hace un año: "Fue muy duro tener que aconsejar dejar las reuniones presenciales"
La pandemia obligó a cerrar los templos hace un año: "Fue muy duro tener que aconsejar dejar las reuniones presenciales"

La pandemia de la Covid-19 obligó a cerrar hace justo un año todos los templos en España, desde las iglesias católicas y evangélicas, hasta las mezquitas y las sinagogas, a raíz del decreto de Estado de Alarma del Gobierno.

Las confesiones reconocen que fue "muy duro" tener que cerrar estos espacios e incluso en algunos casos, creen que se limitó "injustificadamente" el derecho a la libertad de culto. Si bien, aseguran que el mayor drama ha sido la pérdida de vidas humanas, entre ellas, muchos ministros de culto.

En lo que se refiere a la Iglesia católica, han fallecido decenas de sacerdotes (en abril de 2020, la Conferencia Episcopal los cifraba en unos 70), y dos obispos, el castrense, Juan del Río, que murió el pasado 28 de enero, y el obispo emérito de Ciudad Real Antonio Algora, que falleció el 15 de octubre.

Atendiendo a los templos, la mayoría de las diócesis decidieron el cierre de los mismos para garantizar la seguridad y trasladaron la misa a la televisión o a Internet, para que los fieles pudieran seguirla desde casa.

Si bien, se registraron algunos incidentes en algunos templos, como la Catedral de Granada, donde la Policía desalojó a los fieles que asistían a misa, una actuación que, según indicó entonces el portavoz de los obispos, Luis Argüello, había sido "desmedida".

Argüello señaló entonces que había algunas "cuestiones confusas" en el Decreto de Estado de Alarma como "la redacción del artículo 7 y 11" pues en el primero no se incluía ir a misa como una de las razones permitidas para salir a la calle pero en el 11 tampoco se prohibía la celebración de la eucaristía.

Si bien, no solo cerraron los templos de la Iglesia católica sino que también las mezquitas, las sinagogas y las iglesias evangélicas tuvieron que suspender sus reuniones presenciales para luchar contra la pandemia.

La Comisión Islámica de España (CIE) ha recordado que fue el 13 de marzo de 2020, cuando realizó un comunicado recomendando el cierre de las mezquitas y la suspensión de los rezos colectivos en los templos, una situación que se prolongó durante meses y que "supuso un drama para muchas entidades religiosas" ya que no son solo lugar de culto sino también espacio para actividades sociales, educativas y culturales, que tuvieron que ser suspendidas.

"En aquel momento muchos pensamos que era cuestión de dos semanas o máximo un mes, y que era mejor hacer ese sacrificio para abrir en Ramadán del 2020. Pero la curva de pandemia subió de forma exponencial como un tsunami arrasando muchas vidas humanas y muchos sueños", ha precisado el secretario de la CIE, Mohamed Ajana, en declaraciones a Europa Press, cuando se cumple el primer año de la declaración del Estado de Alarma.

Si bien, precisa que "lo más doloroso ha sido la pérdida de muchas vidas humanas" y ha recordado que algunos de los fallecidos eran importantes responsables de las comunidades islámicas, entre ellos, el que era entonces presidente de la CIE, Riay Tatary. "Han dejado un vacío difícil de sustituir, por la experiencia que tenían y el rol que desempeñaban en sus comunidades", subraya.

El alcance del drama en vidas humanas, según precisa, se refleja en los entierros en el cementerio musulmán de Griñón, en la Comunidad de Madrid. Según indica Ajana, "si en el 2018 y el 2019 el total de los fallecidos enterrados eran entre 92 y 100 personas, en 2020 la cifra ha alcanzado los 236, aumentando casi un 250%".

Limitación a la libertad de culto

Por su parte, la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) recuerda lo "duro" que fue "aconsejar dejar las reuniones presenciales". De hecho, ponen de relieve que hicieron esta recomendación "antes, incluso de decretarse la primera etapa de confinamiento generalizado".

En todo caso, consideran que "algunas normas" les han "limitado, sin la adecuada justificación, y sin basarse en una ley, el ejercicio de un derecho fundamental como es el de libertad religiosa y de culto".

"Ha sido complicado, o más bien lo está siendo, aceptar ciertas limitaciones al derecho de reunirnos para celebrar nuestros cultos. Y lo ha sido porque habíamos elaborado modelos de protocolos de seguridad sanitarios", subraya el secretario ejecutivo de FEREDE, Mariano Blázquez.

También denuncia que, al principio de la pandemia, fueron "señalados como uno de los transmisores de la pandemia", dándose situaciones incluso en las que "desde el colegio se mandaron niños evangélicos a casa por miedo a que contagiaran a los demás", algo que califica como "muy triste". Si bien, reconoce que, tras entrevistarse con el ministro de Sanidad dejaron de ser "estigmatizados".

Por su parte, la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) también lamenta "la pérdida de personas queridas" en sus comunidades debido a la pandemia y reconoce que "son momentos duros para todos".

Asimismo, al hacer balance del año, recuerda que "los actos presenciales casi han desaparecido" aunque también pone de relieve las cosas que han aprendido: "a ser más solidarios, a estar más unidos, a ayudar a quien lo necesita".

Además, desde la Federación advierten de la "crisis económica importante" a la que se enfrenta el país como consecuencia de la pandemia de la Covid-19.

Reparto de alimentos

Precisamente, en cuanto a la solidaridad, las distintas confesiones se volcaron en los momentos más duros de la crisis sanitaria para ayudar a los que más lo necesitaban. Por ejemplo, durante el Ramadán, distintas mezquitas organizaron reparto de alimentos para las personas afectadas por la emergencia sanitaria.

A pesar de todo, las confesiones se muestran "esperanzadas" ante la llegada de la vacunación. "Estamos esperanzados y convencidos de que con la vacunación masiva y la responsabilidad social del conjunto de los ciudadanos seremos pronto testigos del final de esta sombría realidad", asegura el secretario de la Comisión Islámica de España.

Los judíos de España también afrontan el futuro "con la esperanza en la vacuna y en ir recuperando cuando se pueda la vida y las actividades para seguir contribuyendo al desarrollo y bienestar del país".


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