La pandemia del COVID-19 ha causado verdaderos estragos en la sociedad. Prueba de ello es la cantidad de casos de trastornos que se han dado después de los confinamientos que se han tenido que pasar en las distintas olas. Ahora, cuando el uso de las mascarillas en interiores está a punto de pasar a ser no obligatorio, los Servicios de Urgencias Pediátricas y los centros de atención primaria han desvelado que, en los últimos meses, han aumentado los comportamientos suicidas, destacados entre las secuelas que ha ido dejando la enfermedad. Entre esas secuelas, también se han dado crisis de ansiedad, cuadros depresivos y trastornos de conducta.
Tal y como han asegurado los expertos, después de la primera fase de la pandemia, se dio un incremento del 47% en los trastornos de salud mental y hasta un 59% de los menores mostraron comportamientos competentes con las ganas de querer quitarse la vida, comparando los datos con los del 2019. De esta forma, 14 niños menores de 15 años se suicidaron en España en el año 2020, siendo el doble que el año anterior. Es por esto por lo que se determina que, entre los jóvenes de 15 a 29, el suicidio ya es la segunda causa de fallecimiento tras los tumores malignos. Así mismo lo ha establecido el Grupo de Trabajo Multidisciplinar sobre la Salud Mental en la Infancia y Adolescencia, del que forman parte la Sociedad de Psiquiatría Infantil (SPI), dependiente de la Asociación Española de Pediatría, la Sociedad Española de Urgencias Pediátrica (SEUP) y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).
Finalmente, cabe destacar, además, que los trastornos de ansiedad o depresivos se han llegado a cuadriplicar, pasando del 1,1% al 4%. También lo hicieron los trastornos por déficit de atención e hiperactividad (del 2,5% al 7%) y los alimentarios, que ya eran comunes antes de la pandemia.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios