El envejecimiento de la población está provocando también un aumento de las personas con algún tipo de discapacidad. Así lo dicen los datos de la Junta de Castilla y León relativos al año 2016 en este 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad. En concreto, el número total llegaba a 170.795 a nivel regional, la más alta de la serie histórica, que año tras año siempre ha crecido.
De hecho, la Junta recoge en un documento las cifras desde 2007, cuando se encontraban en 152.037. Desde entonces, ha crecido en más de 18.000 personas y en casi todo tipo de discapacidad. Solo la visual tiende a la baja, mientras que la auditiva y la intelectual crecen mínimamente en comparación con la discapacidad física y la enfermedad mental, que lo hacen en grandes números. Todas ellas, claro está, reconocidas, ya que hay una lucha en algunos sectores por el reconocimiento de una discapacidad que no llega, entre ellos algunas personas con problemas auditivos.
Así, en el mismo periodo de tiempo, las personas con discapacidad visual han disminuido en 800, mientras que en auditiva han ascendido en más de 3.500. La población con discapacidad intelectual ha aumentado en 1.400. Las personas con enfermedad mental y discapacidad física lo han hecho en más de 7.000 en cada caso.
Por edades, también crece en las edades más bajas pero desciende de una manera grande entre los 25 y los 44 años, casi en 5.000. Desde entonces, sin embargo, el crecimiento también es exponencial. Desde los 45 años hasta los 64, por ejemplo, la diferencia de personas con discapacidad es de más de 10.000, mientras que entre los jubilados, esta es de 12.000. De hecho, las personas mayores de 65 años representan el 50% de todas las personas con discapacidad de la región.
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