Las personas pequeñas y mayores y las que padecen enfermedades crónicas son las más expuestas a las altas temperaturas

Desde fatiga hasta dolor de cabeza o falta de apetito son algunos de los síntomas que provoca el calor. Además de los mayores y los niños, las personas bajo tratamiento médico o bajo la influencia de las drogas también pueden verse más afectados. Los clásicos consejos de evitar las horas centrales del día e hidratarse, los más efectivos

 Campaña municipal de sensibilización y consejos ante la ola de calor
Campaña municipal de sensibilización y consejos ante la ola de calor

Ha costado, pero parece que el calor ya ha llegado a la provincia de Salamanca. Las temperaturas no dejan de incrementarse y, a mediados de este mes de julio, ya es habitual encontrarse temperaturas superiores a los 30 grados centígrados.

Si el calor habitualmente provoca sudoración en el cuerpo para regular el organismo, en verano precisamente el ser humano realiza un esfuerzo interno para mantener la temperatura normal. Eso puede provocar una serie de efectos negativos que son especialmente preocupantes entre la población infantil, los mayores y todas aquellas personas que padecen enfermedades raras.

No son las únicas personas vulnerables, sino que también pueden verse más afectados que otra gente todos aquellos que se encuentran bajo el efecto de los fármacos, las personas dependientes y las que están bajo el efecto del alcohol u otras drogas (y, especialmente, aquellas que consumen todo tipo de sustancias, también alcohólicas, a lo largo del día).

Esas adversidades pueden ir desde fatiga hasta dolor de cabeza pasando por falta de apetito, insomnio, debilidad o calambres. Síntomas que mucha gente padece en verano (algunas son más habituales, como la dificultad al dormir o el no tener hambre) que son, precisamente, claro reflejo de que el calor nos está afectando de manera perjudicial.

Con el fin de reducir esos problemas derivados de las altas temperaturas (en especial, la deshidratación, las insolaciones o los golpes de calor), Cruz Roja ha recordado una serie de pautas sencillas en el día a día para poder disfrutar de un verano que, si bien será menos caluroso de lo que estamos acostumbrados los últimos años, siempre puede traer alguna complicación.

El eslogan de dicha campaña es ?Yo me protejo ante el calor? y, precisamente, el primero de los consejos es evitar las horas centrales del día y permanecer en la sombra, además de llevar elementos protectores como pueden ser gafas de sol o gorras. Aunque parezca una recomendación obvia, la asociación recuerda que mucha gente no la cumple debido a imprudencias o confianzas.

Otro de los avisos que da Cruz Roja y que es un clásico en verano es usar ropa ligera y de colores claros e hidratarse con frecuencia además de evitar, siempre que sea posible, la realización de ejercicios u otro tipo de actividades en las horas donde se registran las temperaturas más altas, recomendando el ocaso o el amanecer para la práctica deportiva.

Precisamente Cruz Roja realiza llamadas periódicas a hogares de personas mayores para recordarles todas estas advertencias y asegurarse de que las cumplen , así como darles otras recomendaciones, como permanecer en las habitaciones donde más fresco hace y bajar persianas y toldos en casa para evitar que el sol entre directamente.

Además, si no queda otro remedio que exponerse al sol, además de utilizar vestimenta como protección (como gorras, sombreros o gafas, siempre con proyección a los rayos ultravioleta), se debe usar crema con protección solar adecuada. La recomendación es aplicarla media hora antes de salir de casa y dársela en repetidas ocasiones si se está en la calle. Igualmente, evitar el uso de productos sensibilizantes, como perfumes alcohólicos.

Evitar los cambios bruscos de temperatura y realizar comidas ligeras, otras sugerencias

Con la llegada del aire acondicionado, muchos son los comercios, establecimientos u oficinas que lo tienen instalado para refrescar a sus clientes o trabajadores e invitar a pasar más tiempo en esos lugares.

Sin embargo, el alto contraste de temperaturas puede provocar un incremento de los efectos adversos causados por el calor (o por el frío). Así, evitar dichos cambios bruscos son otro de los consejos dados a la hora de protegerse este verano, algo que también ocurre en los vehículos, especialmente cuando se viaja.

Precisamente dejar en vehículos cerrados a personas mayores o pequeñas (o animales), aunque sea durante estancias cortas, es una de las prácticas a evitar, ya que se puede causar graves daños.

Otro de los aspectos a la hora de tener en cuenta es la alimentación. Realizar comidas ligeras, sobre todo frutas, ensaladas y verduras, que hidraten, además de beber líquidos en abundancia, sobre todo que no sean gaseosos ni bebidas alcohólicas (puesto que deshidratan) son algunas de las pautas a seguir durante estos meses.

En cualquier caso, si se encuentra mal por el calor, se debe parar la actividad que se esté haciendo, situarse en un sitio fresco y pedir ayuda.

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