Planificar los menús semanales y la realización de al menos una hora de actividad física en familia cada día son algunas de las claves aportadas por la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO-SEO) para evitar el aumento de peso durante el periodo de confinamiento por el estado de alarma por el coronavirus.
Y es que, según ha estimado la organización, durante este periodo el incremento de peso podría oscilar entre tres y cinco kilos de más por persona. "Hoy más que nunca, por nuestra salud, es necesario establecer un plan estructurado de orden de comidas, menús saludables y práctica de ejercicio físico a la que hay que sumar a los más pequeños de la casa ya que los niños son uno de los colectivos que ha experimentado una disminución más brusca de su actividad física debido al confinamiento", ha dicho el presidente de la organización, Francisco Tinahones.
El objetivo es, por tanto, mantener el peso, evitando ganancias así como posibles cuadros de alimentación deficientes durante el aislamiento. Para ello la organización ha destacado la importancia de planificar los menús porque hará que sean nutricionalmente saludables y variados.
Así, ha recomendado beber agua y consumir al menos dos raciones de verduras y hortalizas cada día, bien como plato principal o como guarnición, bien frescas o utilizar la opción de congelado para evitar salir frecuentemente a la calle.
Del mismo modo, ha aconsejado el consumo de legumbres ya que tienen un tiempo de almacenamiento largo (sean en su opción cruda o pre-cocinada) con un buen aporte nutricional, pudiendo ingerirse al menos tres veces por semana como plato principal o acompañamiento.
Para los primeros platos, la organización ha recordado que el consumo de carne roja debe limitarse a una vez por semana por lo que el pescado y las carnes blancas son las mejores opciones. Y, para el postre, ha subrayado la importancia de optar por la fruta ya que hay de temporada que aguanta periodos de almacenamiento relativamente largos como la naranja, las mandarinas, las manzanas o las peras.
"Durante todo este tiempo que deberemos permanecer en nuestras casas es fundamental intentar alejar la comida como método de distracción y sólo lo lograremos manteniendo una rutina de actividades. El sofá es el peor aliado para la obesidad ya que implica menos actividad física y muchas veces picoteo y consumo de productos y bebidas poco saludables. Mantener la mente ocupada es el mejor remedio para no dejarse llevar por la ansiedad que puede originar el aislamiento", ha zanjado Tinahones.
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