El Ayuntamiento de Salamanca contará con un presupuesto de 181.975.733 euros para el año 2021 gracias al apoyo del Partido Popular y Ciudadanos. Durante la votación en la sesión plenaria de este viernes, dos concejales socialistas, José María Collados y Erica Polo, se ausentaron para compensar las bajas por COVID-19 del alcalde, Carlos García Carbayo, y el concejal 'popular' Javier García Rubio, y así no alterar el equilibrio de fuerzas surgido de las elecciones. Los socialistas se opusieron a las cuentas, así como la concejala de Izquierda Unida, Virginia Carrera, mientras la edil de Podemos, Carmen Díez, y el concejal no adscrito, Ricardo Ortiz, decidieron abstenerse.
El presupuesto aprobado en sesión extraordinaria y de urgencia está marcado por las consecuencias de la pandemia y se sustenta en la suspensión de las reglas fiscales decretada el pasado octubre por el Gobierno central. Las cuentas recogen, entre otras partidas, el denominado pacto COVID-19, surgido del consenso entre todas las fuerzas municipales, y que cuenta con 33 medidas encaminadas a la reactivación económica de la ciudad y la protección social de los vecinos más vulnerables. Se trata de una cifra récord en la historia de la ciudad que alcanza casi el 15 por ciento de incremento respecto al pasado año.
El portavoz del Partido Popular y concejal de Hacienda y Régimen Interior, Fernando Rodríguez, fue el encargado de defender el presupuesto presentado por el equipo de Gobierno y de desgranar sus partidas más importantes. Rodríguez advirtió de que estas cuentas tienen que soportar una disminución de las ingresos municipales que supera los 1,2 millones de euros, a causa de la congelación de las tarifas y precios municipales, las bonificaciones por el uso de suelo urbano, y otras consecuencias directas de la crisis. A pesar de esta “incertidumbre”, el tercer teniente de alcalde aseguró que "con prudencia y realismo” han conseguido “uno de los mejores promedios de España en pago a proveedores”, con menos de seis días.
Rodríguez agregó que la reducción de deuda en los ejercicios anteriores permite asumir ahora "más de 43 millones de euros en préstamos" que, a 31 de diciembre de 2021, situarán el déficit por encima de los 86 millones de euros. De este modo, el gasto municipal puede superar los 83,5 millones de euros "para atender la reactivación de la economía local y la protección social de las familias más vulnerables”. De igual manera, el equipo de Gobierno persigue atender al “triple compromiso” adquirido con los ciudadanos, que se divide, en palabras del edil, ente el "desarrollo urbano sostenible", con 6,2 millones de euros, el "gasto social en sentido amplio”, con casi 105 millones de euros, y el "mantenimiento de la calidad de los servicios públicos municipales", con 58 millones de euros.
Durante su segundo turno de intervención, Fernando Rodríguez aprovechó par desgranar aún más algunas de las partidas del presupuesto. Entre las que citó, destacan los 4,8 millones destinados a unas ayudas para facilitar liquidez a empresas y autónomos que ya han recibido 1.711 solicitudes, el medio millón para bonos de consumo de cercanía, los 520.000 euros para la promoción de Salamanca como destino seguro, o los 14,3 millones destinados a la generación de nuevo tejido productivo. La inversión alcanza los 60 millones de euros en proyectos como el programa Salamanca Ciudad del Talento, el Puerto Seco, la colaboración con las universidades o el proyecto de infraestructura verde.
En materia social, el documento contempla el gasto de 2,35 millones en proyectos de Cáritas y Cruz Roja, 150.000 euros en material escolar, 860.000 euros en en convenios con organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan con personas sin hogar, o los 370.000 euros que destinan al programa Salamanca Acompaña, dirigido a personas mayores que viven solas. La mayor parte del gasto, 5,6 millones, se dedica al refuerzo de los programas de atención domiciliaria.
En la misma línea, el portavoz de Ciudadanos, Juan José Sánchez, también parte del equipo de Gobierno, defendió la gestión municipal en los años previos y el carácter “excepcional” de un presupuesto adaptado al momento. “Mantenemos una importante línea inversora para tener una ciudad de futuro que cree puestos de trabajo, con servicios públicos de calidad e incremento del gasto social”, resumió. De igual modo, Sánchez destacó que los dos partidos de Gobierno se compenetran “a la perfección” con el objetivo común de “buscar el mayor beneficio para los salmantinos”. “Desde el principio de la pandemia hemos demostrado nuestro talante de consenso llegando a acuerdos con todas las fuerzas políticas aquí representadas”, sentenció.
El debate
El debate, presidido por la primera teniente de alcalde, Ana Suárez, en ausencia del regidor, Carlos García Carbayo, se desligó del acuerdo alcanzado en los meses previos y se centró en otros asuntos de importancia para la oposición. Su líder, el socialista José Luis Mateos, criticó en primer lugar que las cuentas se hayan postergado hasta este mes de febrero, evidenciando, en su opinión, una falta de planificación de los responsables municipales que deriva en la prolongación de todos los proyectos. Así, ironizó asegurando que los presupuestos son “mágicos” porque “harán desaparecer medidas que prometen a los ciudadanos”.
Mateos recordó que durante el último año se han perdido en Salamanca “más de un millar de empleos y decenas de autónomos”, además de “aumentar la pobreza infantil y la desigualdad”. En este sentido, se preguntó cuántas de las personas afectadas se van a recuperar gracias a este presupuesto. “La cuestión es si estas cifras van a servir para rescatar a las familias y, sobre eso, no hay ni una sola línea. Por eso, las cuentas corren el riego de ser inútiles. Hay que reorientar el tejido productivo, aprovechar las sinergias con otras instituciones, como las universidades, e implicar a nuestro entorno más cercano”, dijo, con el fin de alcanzar un modelo de “justicia social”.
En su segunda intervención, el portavoz socialista se defendió de la acusación por parte de Rodríguez de oponerse a las cuentas por una cuestión de “cálculo político”. “Es una cuestión de sensibilidad", matizó. "Dígame a cuántas personas les van a devolver el empleo o les van a ofrecer un futuro mejor”, interpeló al propio Rodríguez. “Usted lleva a aquí desde que yo iba a primero de Primaria. ¿Qué ha hecho durante 30 años para que los de mi generación no se vayan? “, le preguntó. Recrudeciendo el tono, Mateos acusó al edil 'popular' de ser “experto en manipular cifras”, denunciando que “uno de cada cuatro euros no se van a invertir y cuatro de cada cinco euros en ayudas no van a llegar a las familias ni las empresas”.
A este respecto, el concejal de Hacienda y Régimen Interior respondió a Mateos que “le encantan los grandes discursos", pero que "luego se disuelven como un azucarillo”. Explicó que la cuentas ofrecen “medidas concretas con dotaciones concretas para reactivar la economía y proteger a los salmantinos” y consideró que “no deben ser tan malas porque están consensuadas con todos”. Finalmente, tiró con bala recordando a José Luis Mateos que la evaluación de los ciudadanos llega en las urnas. “Usted lleva diez años aquí perdiendo elecciones. Hágaselo mirar porque a lo mejor es que su discurso no concuerda con la realidad”, zanjó.
Otras fuerzas
Quien también votó en contra del presupuesto fue Virginia Carrera, edil de Izquierda Unida adscrita al Grupo Mixto, argumentando que es un documento “sin nuevas ideas”. Para Carrera se trata de “continuismo del PP, que no genera ilusión en la ciudadanía” y, en definitiva, “una oportunidad perdida". Redujo los aspectos positivos a las medidas incluidas en el pacto COVID-19 y anunció alegaciones en las materias de "empleo, turismo, cultura, educación y ciudad inclusiva", además reclamó "un plan para que no se externalice personal ni se privaticen servicios”.
Un pacto COVID-19 que sí sirvió para que la concejala de Podemos, Carmen Díez, también adscrita al Grupo Mixto, se abstuviera en la votación de las cuentas. “Es de agradecer que aumenten las ayudas para paliar la pandemia y es importante señalar la sintonía del Ayuntamiento con los que lo están pasando mal”, manifestó. Sin embargo, sí criticó las exenciones fiscales a la Iglesia y fundaciones y reivindicó los presupuestos participativos como "una herramienta para conocer las necesidades de los vecinos que deberían mejorarse con consejos zonales".
Finalmente, el exconcejal de Ciudadanos, ahora edil no adscrito, Ricardo Ortiz, también se abstuvo en la votación valorando el riesgo que el equipo de Gobierno asume aumentando el endeudamiento y la inversión, aunque aseguró que echa de menos “un plan de reactivación del turismo” y advirtió que “estas ayudas no van a servir a los autónomos y empresas en el largo plazo”.
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