La publicación de los datos definitivos del padrón continuo a 1 de enero de 2022 confirma la pérdida de 14.008 habitantes en Castilla y León en 2021 hasta quedarse en 2.372.640, lo que supone un descenso porcentual del 0,58 por ciento, cuando el conjunto nacional alcanzó los 47.435.597 habitantes, con una subida del 0,1 por ciento.
Según el Padrón Municipal consolidado publicado hoy por el Boletín Oficial del Estado (BOE), los mayores aumentos en términos absolutos se produjeron en Valencia (32.701 personas más), Andalucía (21.748 más) y Cataluña (19.940 más). En cuanto a los descensos, Castilla y León lideró la pérdida de población, seguida de Asturias (7.293 menos), Madrid (6.795 menos) y País Vasco (6.792 menos)
El oeste, más afectado
El estudio de los datos del padrón revela, según ha recogido la Agencia Ical, que Castilla y León se desangra por el oeste de la Comunidad. Las cifras oficiales de población indican que León perdió 6.919 habitantes, un 1,5 por ciento de su población, hasta los 448.179 ciudadanos; Zamora, 2.242, el 1,3 por ciento, hasta los 167.215, y Salamanca, 1.929, el 0,5 por ciento, hasta los 325.898. Es decir, ocho de cada diez habitantes que perdió la Comunidad en 2021 corresponden a estas tres provincias.
Valladolid también sufrió la despoblación al ver cómo desaparecían 1.115 habitantes, el 0,2 por ciento del total, para situar su censo oficial en 517.975. Soria también perdió un número similar (1.042, hasta los 88.377) pero el porcentaje es muy superior, con un 1,1 por ciento de caída. Ávila contaba, a 1 de enero, con 714 habitantes menos (0,4 por ciento), hasta los 158.140, mientras que la provincia de Palencia, 540 menos (0,3 por ciento), contabilizó 158.008, y Segovia, 253 menos (0,1 por ciento), hasta los 153.803. Solo Burgos vio crecer su población, que se elevó un 0,2 por ciento (749 más), hasta los 355.045 habitantes.
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