Desde el final del estado de alarma, y con él del toque de queda, el número de sanciones por incumplir las restricciones COVID-19 decrecieron de forma muy evidente. Sin embargo, con el regreso de algunas de estas medidas, la Policía Local de Salamanca se está viendo obligada a sancionar de nuevo comportamientos que incumplen las normas para evitar la propagación de la enfermedad.
Durante la noche del pasado sábado los agentes locales interpusieron 14 multas: siete por botellones, cuatro por fiestas en pisos, una por fumar en terraza sin distancia de seguridad, una por consumo de hachís y 1 por un establecimiento que mantenía clientela en su interior ya con la persiana bajada.
Este último caso fue el que más problemas le acarreó a los agentes de la ley, dado que el bar se negó a respetar el nuevo horario COVID-19 y prosiguió con la fiesta, haciendo caso omiso de los avisos de los agentes, a los cuales no se les abrió la puerta cuando así se lo requirieron a las personas del interior.
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