Positivo balance de 2016 para Caja Rural Salamanca

Con un incremento de un 25% de su resultados. Las claves, según su presidente Ernesto Moronta, han sido la buena gestión y el gran trabajo de todos los empleados 

 Positivo balance de 2016 para Caja Rural Salamanca
Positivo balance de 2016 para Caja Rural Salamanca

Caja Rural Salamanca ha cerrado el ejercicio 2016 con un incremento de sus créditos a clientes de un 4,15%, ascendiendo la cifra a 485 millones de euros en un entorno de bajos tipos de interés, algo que según ha explicado su presidenta, dificulta mucho el trabajo de las cajas además de un marco de regulación cada vez más exigente. El presidente de Caja Rural Salamanca, Ernesto Moronta, valora el pasado 2016 como plenamente satisfactorio y, “todavía más, si se tienen en cuenta las circunstancias y el entorno”. Moronta ha hecho hincapié en el ratio de solvencia y el bajo número de morosidad. El crecimiento, del 25,46%, según el presidente de Caja Rural, es fruto de la buena gestión y de la buena dirección de su directora general. 

Además ha destacado el buen trabajo de sus empleados, 200 personas que están al servicio de los más de 81.000 clientes en las oficinas repartidas por toda la provincia. Ernesto Moronta reconoce que pertenecer al grupo Caja Rural les hace todavía más fuertes. Además, adelanta información sobre los actos previstos para la celebración de su centenario, con la presentación de un libro con su historia como eje central. 

Isabel Martín Arija, directora general, ha puesto en relieve la discreción y estabilidad, en el año de su centenario, de la entidad. “El mérito de nuestra caja es doble por el complicado año que hemos vivido para la banca”, explica Martín Arija. También ha destacado que hay muchos tipos de crecimiento, pero el de Caja Rural ha ido por el camino difícil, un crecimiento con prudencia poniendo de nuevo de manifiesto la solidez de la entidad y fortaleza para afrontar retos futuros. 

Dentro de las claves de este aumento se encuentra el incremento de los ingresos por comisiones, un 10,38% más respecto al año anterior. Entre los logros de Caja Rural durante este curso ha sido reducir costes sin cerrar oficinas ni reducir personal por despidos ni EREs. El cambio del sistema normativo ha sido uno de los obstáculos que han dificultado la actividad de la banca en general pero Caja Rural se ha mantenido firme con un beneficio neto de 3,7 millones de euros. "En un año como este, conseguir beneficios es siempre una satisfacción", confirmaba así Isabel Martín Arija las palabras de satisfacción de Ernesto Moronta. 

El futuro más cercano, según Isabel Martín, se presenta positivo por avecinarse una subida de los tipos, "no nos interesa ganar dinero, sino aumentar los clientes y llegar a más gente día a día", concluye la directora de Caja Rural. 

En cifras

La Caja ha conseguido un resultado antes de impuestos de 4,617 millones de euros, un total de 3,7 millones después de los impuestos. Este dato supone un incremento del 25,46% respecto al ejercicio de 2015. Los recursos totales de clientes ascienden a un total de 1.017 millones de euros, un 9,79% más sobre el cierre del año 2015. 485 millones de euros es cifra de crédito para apoyar el consumo, inversión y circulante tanto de particulares como de empresas, un incremento del 4,15%.

La solvencia y seguridad de la Caja, se traduce en un crecimiento de los depósitos de los clientes un 8,7% más respecto al año anterior, un total de 806 millones de euros. El ratio de solvencia de la entidad se ha incrementado más de un punto respecto al año anterior, un porcentaje del 20,68%. Otra de los datos que suponen una gran noticia para Caja Rural es la reducción de la morosidad, reduciéndose a un 3,13%, un porcentaje muy alejado de la media española (9,11%). 

 

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