Salamanca se encuentra desde este viernes el nivel 1 de alerta sanitaria. Esta rebaja de fase ha supuesto el levantamiento de algunas restricciones, suponiendo un mayor aumento de los aforos en hostelería y discotecas abiertas sin horario limitado siempre y cuando no superen el 50% de aforo.
Como es lógico, según han ido desapareciendo algunas restricciones el flujo de sanciones por incumplir las mismas también se ha frenado. Durante el estado de alarma la mayoría de las multas relacionadas con el ocio nocturno las copaban los incumplimientos del toque de queda, las reuniones que excedían el número máximo de personas permitido y no portar la mascarilla.
Ahora, la situación ha cambiado radicalmente. Durante algunos de los últimos meses del estado de alarma, y también en los fines de semana inmediatamente posterior al final del toque de queda, se llegaron a registrar centenares de sanciones por incumplir las restricciones COVID-19. No es esa la situación en la que nos encontramos ahora, y muestra de ella es el número de sanciones que impuso la Policía Local de Salamanca durante la pasada noche del viernes: tan solo 17 multas.
De esas 17 infracciones, nueve fueron por fumar sin distancia de seguridad en las terrazas, 5 por no llevar mascarilla y 3 por molestas y ruidos en fiestas en viviendas.
Salamanca registra unos de los mejores datos de coronavirus de toda la Comunidad de Castilla y León, con la mejor incidencia acumulada a 7 y 14 días y avanzando cada jornada hacia la nueva normalidad, la cual ya se vislumbra, pero que requiere de un esfuerzo colectivo de responsabilidad para alcanzarla.
La vacunación, sin lugar a dudas, está siendo la principal responsable de esta situación. Sin embargo, las autoridades sanitarias advierten que no se puede fiar todo al proceso de inmunización, al cual todavía le queda camino por recorrer, y los ciudadanos deben seguir tomando medidas de prevención frente al contagio por coronavirus.
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