Durante los periodos vacaciones suele ser habitual utilizar el móvil constantemente para fotografiar paisajes y grabar vídeos que permitan inmortalizar el momento o entretenerse en diferentes redes sociales, lo que conlleva que se gaste la batería del teléfono y se recurra a cargadores públicos.
Aunque parece una idea sin malicia, se debe tener cuidado ya que en muchas ocasiones los ciberdelincuentes aprovechan estas circunstancias instalando un 'malware' en estos puntos de carga público con el que a través de un cable USB se introducen en el dispositivo para robar información al usuario, así como de disponer de acceso remoto al dispositivo.
Para evitar este tipo de engaño es preferible utilizar baterías portátiles de uso privado o llevar el cable habitual del móvil y conectarse siempre a lugares seguros. En caso de ser una emergencia, se recomienda desactivar la transferencia de datos al conectarse al cargador y que esté cargando el menor tiempo posible.
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