Como si de una boda, un bautizo o una comunión se tratara, este 9 de julio era un día esperado por los procuradores de las Cortes de Castilla y León para bien o para mal. Independientemente de ello, tocaba cumplir con el protocolo e ir elegantemente vestido al debate de investidura. Un traje azul (color corporativo de su formación, el Partido Popular), era el elegido por Alfonso Fernández Mañueco para convertirse en presidente de la Junta autonómica.
Algunos integrantes de la agrupación que ha pactado con el PP y que ha permitido al exalcalde de Salamanca estar al frente de la comunidad autónoma también hacían un guiño a su partido y apostaban por el naranja.
El rosa y el fucsia eran las tonalidades escogidas por el socialista Fernando Pablos, que se llevaba las manos a la cabeza ante la que prevé como una legislatura difícil para el PSOE.
Más llevadera será para Ciudadanos. Porque está en el Gobierno y porque el salmantino David Castaño aporta una mochila para que el camino sea cómodo.
Claro, que también podría llevarla para indicar que estábamos ante el primer día de clase de una nueva legislatura. Para tomar los apuntes necesarios, el nuevo regidor ya cuenta con un bolígrafo.
Eso sí, nunca está de más que te aconsejen los que estuvieron en tu pupitre 18 años.
Juan Vicente Herrera puede aleccionar a Alfonso Fernández Mañueco en diversas materias, aunque en fútbol, el nuevo presidente de Castilla y León es un experto. Por si alguien lo dudaba, en una de sus intervenciones recordaba al entrenador Louis van Gaal al recriminarle a Luis Tudanca (candidato del PSOE a presidir la Junta y ganador de las Elecciones Autonómicas del 26 de mayo) que tenga una actitud “siempre negativa y nunca constructiva”. En otra, calificaba como "procurador del minuto 93" a Pablo Fernández (cabeza de lista de Podemos a la presidencia). Eso sí, Francisco Igea, de Ciudadanos y ahora vicepresidente de la Junta, no se quedaba atrás y aseguraba, de manera reflexiva, que "acepta un matrimonio sin amor con el PP por un compromiso de responsabilidad".
Atentos a estas palabras se encontraban los familiares del líder del PP en el regreso de José Martín, excalde de Villares de la Reina, a un edificio político.
Fernández Mañueco contaba con el apoyo de otros amigos realizados en la política, como Agustín Sánchez de Vega.
Bienvenido Mena, delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Salamanca, era otra de las personalidades que acudían a esta sesión.
Juntos estaban varios concejales del Ayuntamiento de Salamanca, como Julio López Revuelta (edil de Cultura, Festejos, Patrimonio y Deportes) y Daniel Llanos (responsable de Fomento y Juventud).
Aunque forma parte del consistorio charro, por aquello de ser de Ciudadanos y no del PP, Fernando Castaño (concejal de Turismo y Relaciones con las Universidades) seguía la cita alejado de sus compañeros.
Testigos de este debate también eran las nuevas tecnologías.
Por eso, Pablo Fernández usaba el teléfono móvil.
¡Ah! Y el citado procurador charro Fernando Pablos el ordenador portátil.
Y es que, en la era de la información, cualquier herramienta es buena para transmitir, mediante llamada, texto o foto, que, para alegría de unos y desolación de otros, un salmantino es, por primera vez, presidente de la Junta de Castilla y León. A alguno, el tiempo de espera se le habrá hecho tan largo como el debate de investidura. Quizás sea hora de irse a dormir...
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