El número de casas de apuestas en barrios obreros no para de crecer en Salamanca. La capital cuenta con más de diez casas de apuestas y en barrios como el de Garrido ya se han instalado cuatro a la espera de una quinta. Un grave problema que desde la suma de múltiples asociaciones vecinales quieren erradicar a través de una concentración el próximo sábado 25 de enero en la Plaza Mayor (19:00 horas). A esta iniciativa se han unido Fevesa, Garrido Contigo, Navega, Juventud Unida, Partido Comunista Marxista y Leninista, Asaljar, Federación de Padres, Madres y Alumnos de Educación, así como un grupo de mujeres de la parroquia de San Mateo y Fátima.
Un acto que comenzará con un pasacalles, desde las 17:45 horas, que partirá desde Vialia hasta el ágora salmantina. Piden el cierre de las casas de apuestas y la prohibición de la publicidad del juego online, además de reivindicar la rehabilitación y atención de personas que sufren esta adicción “porque no es un vicio, es una enfermedad que arrastra al enfermo y a toda su familia”, afirman desde Asaljar.
“La ludopatía no es un juego”, es el lema con el que buscan que los políticos “defiendan los ataques contra la salud de los vecinos”. Recalcan que “se está dando en los barrios trabajadores de Salamanca una proliferación de casas de apuestas en Garrido, Pizarrales y Vidal”. España se ha convertido en el país de Europa con mayor índice de ludopatía en jóvenes de entre 14 y 21 años y Salamanca no ha pasado desapercibida. Solo en la capital “hay más casas de apuestas que Ávila, Zamora y Palencia juntas”.
Unas casas de apuestas que, según han apuntado en rueda de prensa desde la sede FEVESA las diferentes agrupaciones vecinales, se construyen en zonas rodeadas de colegios, institutos y parques; usando todo tipo de trucos legales para saltarse las limitaciones vigentes, promoviendo la adicción al juego, el absentismo escolar e incluso la delincuencia.
“Queremos que no existan, porque no deberían, y aunque es difícil hacerlo ilegal, no es imposible”, apuntan, añadiendo que el mayor problema se está centrado en barrios como Garrido, donde en menos de un kilómetro cuadrado ya se han abierto cuatro de estos locales –a la espera de un quinto- algo que “entristece a los vecinos puesto que mientras se están abriendo estas casas de apuestas, otros locales y negocios de toda la vida se están cerrando”.
Un grave problema, apuntan desde las asociaciones, que conllevan al enfermo a el uso continuo de mentiras, aislamientos, miedo o robo; con especial atención a los más pequeños que suelen juntar el dinero que les van dando sus padres entre grupos de amigos para dedicarlo al juego, bien en este tipo de salas o a través de internet.
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