Seguridad, prevención y auxilio visten de verde: de patrulla con la Guardia Civil

SALAMANCA24HORAS les ofrece un resumen de las funciones que ejerce la Benemérita en la provincia charra, en este caso durante la tarde del sábado con la asistencia en un incendio, un control de carretera en uno de los accesos a la capital, apoyo a la seguridad durante un partido de fútbol y vigilancia en un centro comercial con gran afluencia de personas
 

Su nombre, Guardia Civil, indica bien claro su principal cometido, garantizar la seguridad de los ciudadanos. Su apellido, Benemérita, certifica la vocación de servicio hacia los demás también para prevenir las conductas erróneas. Entre sus competencias se encuentran la protección de la seguridad ciudadana en núcleos urbanos de menos de 20 000 habitantes, investigación y lucha contra la delincuencia organizada, el terrorismo, seguridad en el tráfico, la inmigración irregular y delitos contra la naturaleza, entre otras. 

Pero su labor trasciende fronteras, como el control de la frontera, en el caso de Salamanca con Portugal, en estrecha colaboración con la Guardia Nacional Republicana (GNR), e incluso en misiones humanitarias de apoyo al Ejército, como la formación de policías en Irak. SALAMANCA24HORAS ha pasado una tarde con varias patrullas de la provincia charra para mostrarles de primera mano parte de estas funciones.

La compañía arranca con el servicio de apoyo a la seguridad del partido de Tercera División en las pistas del Helmántico entre Unionistas y Villaralbo. Un encuentro con gran asistencia de público, como ocurre con el club charro cada vez que juega en casa, pero en este caso reforzada al enfrentarse a un conjunto zamorano. Y es que la prevención es la palabra clave, “es lo principal, a nadie le gusta tener que intervenir”, como explica el teniente Enrique, portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil de Salamanca.

Los agentes colaboran con el servicio de seguridad privada del club charro, como también realizan en partidos del Salmantino, Santa Marta y otros equipos de categoría Regional, en que no se introduzcan objetos susceptibles de ser usados como arma en un enfrentamiento, tales como palos (por ejemplo, el mástil de las banderas debe ser flexible), botellas con tapón o incluso recipientes metálicos. 

“Hay gente que viene de otros lugares con menos afición en sus campos y están acostumbrados allí a llevarse la merienda con un cuchillo o una navaja, pero está prohibido en un recinto deportivo y así se lo explicamos, también termos metálicos… son cosas que los aficionados poco a poco van aprendiendo y la tónica general en los partidos es la de tranquilidad, afortunadamente esta temporada está siendo tranquila. Sigue habiendo gente que se queja por tener que quitar el tapón a las botellas de agua, pero hay que hacerlo, lo exige la ley”, detalla el teniente Enrique.

Estado de alerta antiterrorista

España se encuentra desde hace un año en el nivel cuatro de alerta antiterrorista, lo que conlleva una serie de controles a mayores de los habituales para prevenir y garantizar la seguridad de los ciudadanos. En este caso, acompañamos a la Guardia Civil en uno en la carretera N-620 en el polígono industrial Los Villares, en el acceso a Salamanca desde Valladolid. El objetivo, el posible transporte de armas y droga.

Siete patrullas y una docena de agentes, cada uno con su cometido bien delimitado y asimilado, para durante una hora a los vehículos cuyos ocupantes consideran sospechosos. “Tenemos unas pautas con una serie de indicios, algo que da la experiencia de años, como ocurre en los aeropuertos y aduanas, que con determinados gestos sabes si una persona puede estar cometiendo un delito”, explica el teniente Enrique.

Cada control es diferente, nunca es igual en función de la hora, los carriles y sentidos a ocupar en una determinada carretera, ni hay unas pautas cíclicas en el tiempo. El objetivo es la sorpresa, por eso desde la Guardia Civil lamentan la proliferación de grupos de Whatsapp que a través de teléfonos móviles avisan de la presencia de controles de carretera, también a través de las redes sociales. “Al final se están perjudicando a ellos mismos, porque puede que no estemos en un control rutinario, sino estrechando el cerco a un delincuente que acaba de huir y le están facilitando su labor”.

Tras casi una hora de pedir documentaciones, revisar maleteros e inspeccionar el interior de algunos vehículos, el control se salda sin incidencias reseñables. Tan sólo mencionar un conductor que transportaba una escopeta, pero con todos los permisos en regla, y otro con dos ocupantes que viajaba con perros sin la documentación. Pero en otras ocasiones se han encontrado punzones, armas simuladas, taser eléctricos e incluso los denominados rompecabezas, bates o bastones con clavos incrustados. “El mejor servicio es el que acaba sin novedad. Cuando la mayoría de la gente está comiendo o durmiendo, ahí estamos también nosotros, siempre hay un guardia civil de servicio en la calle”, concluye el teniente Enrique.

Preparados para cualquier emergencia

Y es que nunca se sabe cuándo puede ser necesaria la ayuda de la Guardia Civil, que no sólo está para prevenir y garantizar la seguridad, también para prestar labores de auxilio. En un accidente de tráfico, en la montaña a senderistas heridos o extraviados, en el río y arroyos a bañistas, en casos de violencia de género… o en incendios, como ocurre justo cuando regresábamos a las pistas del Helmántico para las labores de apoyo al finalizar el partido de Unionistas.

En ese momento entra un aviso de un incendio en una urbanización de Castellanos de Villiquera, concretamente en unos chalés de arroyo de la Encina. Un vecino está intentando apagar el fuego con extintores, pero las llamas se reproducen a más velocidad y necesita ayuda. Ya se ha avisado a los Bomberos de la Diputación de Salamanca a través del Servicio de Emergencias 112, pero estando a escasos tres minutos del lugar los agentes no dudan en desplazar varias patrullas.

Una vez allí, las condiciones no son favorables. En ese momento no hay ningún inquilino en los chalés y los agentes tienen que saltar la valla exterior de un inmueble para ayudar en las labores a un vecino de la urbanización de enfrente a quien sus hijos avisaron del incendio y, siendo trabajador en una empresa de extintores, se dirigió raudo a colaborar para que las llamas no se extendieran por todos los setos y llegaran a las viviendas o vehículos estacionados (todos los detalles pueden leerlos en la noticia publicada ayer en la sección de sucesos de SALAMANCA24HORAS).

Mientras se vacían treinta extintores y se mitigan las llamas llega un vecino que había salido a montar en bicicleta y facilita la apertura de una puerta por la que acceden los Bomberos de la Diputación y extinguen completamente las llamas. De nuevo este diario vuelve a ser testigo directo al momento de una labor de auxilio, como ya ocurriera a finales de diciembre con la Policía Local tras la explosión de bombonas de gas en una vivienda de la plaza del barrio Vidal.

Seguridad en zonas de gran afluencia

El acompañamiento a la Guardia Civil finaliza en un centro comercial, dentro de las funciones de prevención y seguridad en zonas de gran afluencia de personas. En este caso, más todavía al ser un sábado por la tarde de las recién instaladas rebajas de invierno. El recinto está repleto de compradores o simples paseantes. “El objetivo es también evitar el hurto y robo de personas que aprovechan la gran afluencia para sustraer carteras o teléfonos móviles”, apostilla el teniente Enrique.

Por eso, después de todo lo que ha podido leer y observar en este reportaje, la próxima vez que vea unas luces azules al fondo de la carretera o uniformes de verde, no piense que ya están de nuevo los recaudadores de multas. Nada más lejos de la realidad. Cambie el chip, y primero piense que quien nada malo hace, nada teme, pero sobre todo, que los agentes de la Guardia Civil están ahí por su seguridad, sí, la de usted y la de todos nosotros.

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído