​El SIDA, la enfermedad ‘silenciosa’ que se transmite “por relaciones sexuales sin protección” y que está sufriendo un repunte

Cuando el VIH infecta a una persona no suele mostrar síntomas. Sin embargo, el tratamiento rápido es fundamental para su no desarrollo y contagio, por lo que hacerse las pruebas, que son rápidas y gratuitas, es fundamental, especialmente entre la gente joven

 Condón
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Este sábado, como cada 1 de diciembre, se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, que se conmemoró por primera vez en 1988 y que busca dar a conocer los avances que se producen contra el VIH (virus de inmunodeficiencia humana) que, si bien la gran pandemia se produjo en las décadas de 1980 y 1990, sigue estando presente en la sociedad.

El encargado de atender a SALAMANCA24HORAS es el doctor Guillermo Luna, médico adjunto de Medicina Interna e Infecciones del Complejo Asistencial Universitario. Detalla que el VIH es un virus que se contagia por unas prácticas muy concretas y que, en el comienzo de la epidemia, había varias vías de transmisión, como “cuando se compartían útiles (jeringuillas) a la hora de consumir drogas intravenosas o con transfusiones de sangre infectada”.

Estas vías de contagio, al igual que la maternofetal (mujeres infectadas de VIH que tenían hijos infectados) han desaparecido, y a día de hoy “prácticamente más del 90% de los nuevos casos de infección son por relaciones sexuales sin protección”.

Así pues, todas las personas están expuestas al contagio, si bien hay dos grupos que corren más riesgo: “los varones que tienen relaciones sexuales con otros varones, las mujeres ‘trans’, y las personas que en un momento determinado trabajan en la prostitución”. Estos, según enumera el doctor Luna, serían aquellos grupos de personas que corren un mayor riesgo.

¿Qué pasa cuando el VIH entra en el organismo?

El doctor cuenta que cuando el VIH entra en el organismo, “la mayoría de las veces no pasada”. Y es que una de las grandes situaciones o características de la primoinfección (momento en el que el virus entra en el organismo) “es que el personal no se entera porque no se producen síntomas característicos o expresivos”. En definitiva, “no hay ningún síntoma”.

Por ello, el VIH puede estar durante años infectando a una persona, y esta a su vez transmitiendo la infección a otra gente y seguir sin saber que tiene el virus. Pero a muchos de los infectados habrá un momento en el que ese virus comience a afectar a las defensas del cuerpo (a los linfocitos). Será entonces cuando hablemos del síndrome de inmunodeficiencia adquirida, o SIDA.

Así pues, una vez se desarrolle el SIDA, “las defensas caen y se producen infecciones graves o tumores”, que es cuando se puede diagnosticar dicha enfermedad.

“Hay que convencer a la gente de que se haga la prueba, sobre todo a los jóvenes, porque cuanto antes se descubra la infección antes se puede poner el tratamiento”

El doctor Guillermo Luna prosigue recordando que, hoy en día, hay tratamientos, así que “lo importante es reconocer lo antes posible a todas aquellas personas infectadas por el VIH”. De hecho cree que una de las estrategias que no se está llevando a cabo de la manera correcta es “promover y hablar del tema para que la gente se haga las pruebas todas las veces que haga falta”.

Porque el acceso a esa prueba de detección del VIH se puede realizar “en hospitales, centros de salud, en los comités antisida y en las farmacias”. En todos ellos, salvo en las boticas, es de carácter gratuito, y siempre se trata de una prueba rápida. Por ello, “hay que intentar convencer a la gente, sobre todo a los jóvenes, de que se hagan las pruebas”.

El motivo es sencillo, y es que “cuanto antes se descubra la infección del VIH, se le puede poner el tratamiento lo antes posible”. Y con dicha medicación “la posibilidad de enfermar uno mismo es menor, así como también se reduce la capacidad de infectar a otras personas”.

Para la gente joven, es una enfermedad “de señores mayores”

Eso sí, el médico adjunto de Medicina Interna e Infecciones insiste en que, lo primordial, es “hablar de prevención”, ya que “en los dos últimos años, en todos los sitios, no sólo en las grandes ciudades, estamos viendo un aumento de los casos nuevos de VIH”, sobre todo “en personas muy jóvenes, normalmente varones”.

En su opinión, se debe a que la gente que inicia las relaciones sexuales, de edades entre los 15 y los 18 años, no han vivido el siglo XX y “para ellos, digamos, el SIDA es una enfermedad del siglo pasado, de señores mayores y que no va con ellos”. A ello se le une que “el preservativo ha dejado de estar de moda en las personas que inician sus relaciones sexuales”.

De hecho, Guillermo Luna recuerda campañas como la del ‘Póntelo, pónselo’ que son “del siglo pasado, y hoy no se habla apenas de usar preservativos para prevenir el VIH y, sobre todo, otras enfermedades de transmisión sexual (ETS)”, como sífilis, clamidia o gonorrea, y de las que también ha habido un aumento “tremendo”.

Una de cada cinco personas infectadas por el VIH en España no sabe que lo tiene

De los datos que se estiman en España sobre infectados por el VIH, unas 150.000 personas, cerca de 30.000 no saben que lo tienen. Es decir, una de cada cinco personas. “Es el concepto que manejamos de manera oculta”, relata del médico, quien lamenta que “si no saben que lo tienen es porque no se han hecho las pruebas, y eso significa que no se están beneficiando de los tratamientos que existen para esto”.

Es más, recuerda que “hay veces que se tarda tanto tiempo en tener un diagnóstico que, cuando se llega, se hace en fases avanzadas”, por lo que la posibilidad de recuperación “es mucho menor”. Y no sólo eso, sino que todas esas personas pueden contagiar a otras si tienen con ellas prácticas de riesgo.

Unas prácticas que, repite, sobre todo se reduce a relaciones sexuales, si bien teme por un posible aumento de la drogadicción por vena que, aunque hoy en días es testimonial, puede que vuelva a darse.

Una enfermedad sin síntomas específicos

El doctor Luna reitera que en casi el 90% de los casos, la primoinfección es asintomática y se puede asemejar “a un cuadro catarral o gripal”, por lo que no se nota. “Luego, durante años, puede haber algún síntoma que puede sugerir al médico el pedir la prueba”, como pueden ser la aparición de un herpes zoster (o herpes ‘culebrón’), hongos en la boca, ganglios, alguna alteración en los análisis o neumonías de repetición, enumera. Y, posteriormente aparecen las enfermedades graves cuando las defensas han caído muchísimo.

En el hospital de Salamanca se atiende a más de 600 personas infectadas del VIH “y en un porcentaje altísimo todas están divinamente”, convirtiéndose así en una consulta agradecida “porque la mayoría de la gente que sigue el tratamiento está bastante bien”.

Sí que hay gente que lleva años infectada y que “tienen secuelas de la toxicidad de los medicamentos que había en los primeros momentos”. Sin embargo, ahora hay una medicina “que se tolera bastante bien” aunque es necesario, eso sí, “ser absolutamente riguroso en su cumplimiento”, ya que su eficacia se basa “en tomarlo sí o sí todos los días y no fallar”.

Esta es la única forma para que el virus no se desarrolle y las cosas vayan bien. Porque “si lo toman día sí o día no, se crearán grandes problemas al desarrollar el virus resistencias”, sentencia Guillermo Luna, no sin afirmar que se está lejos de erradicar el VIH.

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