“Los sindicatos seguirán siendo necesarios para defender los derechos de los trabajadores”

Aprovechando los cuarenta años de la constitución de Comisiones Obreras, Emilio Pérez, secretario general en la provincia de Salamanca, repasa en una entrevista con SALAMANCA24HORAS los logros conseguidos por la organización, el presente y el futuro de la acción sindical

 “Los sindicatos seguirán siendo necesarios para defender los derechos de los trabajadores”
“Los sindicatos seguirán siendo necesarios para defender los derechos de los trabajadores”

- Cuarenta años de Comisiones Obreras.

- Después de estos cuarenta años de legalización de Comisiones Obreras es un orgullo que en el 2017 haya tenido la suerte de estar al frente de la organización en la provincia para la conmemoración de este aniversario. Principalmente por lo que supone porque tenemos detrás de nosotros a cerca de 6.000 personas afiliadas, porque tenemos que trabajar y coordinar la actividad de 900 delegados sindicales en Salamanca y porque prestamos unos servicios y una atención personalizada que supone un esfuerzo envuelto en compromiso, ilusión, lealtad y de una conciencia social y laboral que a día de hoy es difícil de mantener y defender en algunos casos.

- El sindicato más representativo de los trabajadores en Salamanca, por cierto.

- Es algo sobre lo que nosotros hemos trabajado mucho. Siempre hemos creído que la aplicación del Estatuto de los Trabajadores y la Ley Orgánica de Libertad Sindical nos daba la posibilidad de ofertar un trabajo sindical que fuera útil para los trabajadores. Ellos son quienes nos eligen. A partir de ahí nuestra responsabilidad es seguir estando presente en las empresas ocupándonos del espacio laboral y social en temas como son la vivienda o todo lo que tiene que ver con el consumo y la pobreza energética. O con aquellas cerca de 17.000 personas en Salamanca que con edad de trabajar están registradas como desempleadas y no cobran ningún tipo de prestación.

- ¿Cuáles cree que han sido los logros más destacados del sindicato a lo largo de su historia?

- Hemos tenido logros y hemos tenido fracasos. Luces y sombras. Pero lo fundamental es ocupar ese primer lugar como organización sindical de este país en representantes y afiliación. También otro logro es haber sido capaz de generar espacios en las administraciones y con las organizaciones empresariales en los que nuestras propuestas son factibles y creíbles por el crédito que tenemos y también, cómo no, seguir manteniendo unido el espíritu de reivindicación. No corren buenos tiempos, no está siendo una buena época para el trabajo sindical ya que la ruptura del equilibrio que existía entre empresarios y trabajadores lo quebró la reforma laboral. Sobre todo porque atacó la negociación colectiva, facilitó y abarató el despido y sobre todo porque ha habido una campaña muy bien orquestada desde el ámbito político para debilitar el trabajo de las organizaciones sindicales al margen de los errores que en algún caso que se han cometido por parte de las personas y no de las siglas. 

- ¿Hacia dónde camina la acción sindical en la actualidad? Usted mismo afirmó no hace tanto que no podía hacerse el mismo sindicalismo que hace veinte o diez años.

- Efectivamente. Todo cambio social, político y económico requiere de nuestra adaptación. Ahora estamos inmensos en un proceso congresual donde estamos realmente cambiando nuestras estrategias en cuanto a cómo tenemos que intervenir en un mundo laboral donde, por ejemplo, el 95% de los contratos son temporales y el 60% a tiempo parcial. También en un mundo en el que al trabajador tampoco le genera una prestación por desempleo suficiente como para tener un amparo económico y en un mundo en el que muchas familias tienen a todos sus miembros en paro.

También sobre todo por la deslocalización de las grandes empresas que se ha producido y más en particular por el poco tejido industrial que tiene la provincia de Salamanca. Tenemos que acomodar nuestro trabajo a las grandes empresas pero también tenemos que adaptar nuestra estructura sindical a todas aquellas pequeñas y medianas empresas, de menos de 50 trabajadores, que tienen mucha dificultad para elegir un representante sindical y es donde realmente tenemos que intervenir para seguir informando a los trabajadores. Tenemos que seguir informando, poner nuestras siglas por delante para denunciar ante la Inspección de Trabajo a quien no tiene el valor para ser ellos quienes denuncien su situación laboral…En resumen, informar, garantizar que los trabajadores tengan un contrato legal, que cobren en función de lo que trabajan, que el contrato garantice una jornada establecida y con todos los derechos que establecen los convenios colectivos, etcétera. En Salamanca, por ejemplo, estamos garantizando la vigencia y la negociación colectiva de la mayor parte de los convenios que hay tanto de empresa como de sector.

- ¿Hasta qué punto tiene sentido? Hay quienes incluso lo cuestionan.

- Por desgracia a día de hoy la vinculación con las organizaciones sindicales tiene en un porcentaje cada vez menor poco que ver con la ideología. Tiene que ver más con la necesidad. Cuando se constituyeron las Comisiones Obreras, al margen de la necesidad de defender los derechos y libertades fundamentales en pleno proceso de transición, todos esos derechos a día de hoy parece que se dan por conseguidos y consolidados. Hemos podido comprobar que aunque haya un convenio colectivo que diga un mes de vacaciones retribuido, en muchas empresas ni lo disfrutan ni lo cobran.

- ¿Serán necesarios, entonces, los sindicatos en un futuro?

- Creo que al margen de las siglas y al margen de que sea Comisiones Obreras en este caso, la organización de los trabajadores es necesaria. Y en Salamanca es cada vez más necesario, de hecho. Nos estamos acostumbrando a quien consigue cobrar, por ejemplo, menos del salario mínimo y hace trabajos al margen de la legalidad y economía sumergida lo dejemos pasar. Es necesario que siga habiendo organizaciones sindicales que garanticen la información y defensa de los derechos en todos los sectores.

- ¿Cuál es la tendencia en el número de afiliados?

- Hemos tenido una bajada durante los primeros años de la crisis y haciendo una interpretación de las cifras en concreto esa bajada fue menor que los puestos de trabajo que se iban perdiendo. Normalmente la gente se afilia cuando encuentra un trabajo. Ahora estamos en un proceso en el que vamos creciendo poco a poco estando ya por los casi 6.000 afiliados. Eso ha supuesto que del total que teníamos se haya perdido un 14% de afiliados frente al 35% de pérdida de puestos de trabajo. Aún así, quien está afiliado a Comisiones Obreras, por los servicios que prestamos, decide seguir manteniendo su afiliación.

- Desde CCOO en Salamanca mostraron su preocupación por su propia imagen proyectada al exterior. De hecho, hasta organizaron una jornada para “repensar” el sindicato y acabar, por ejemplo, con lo que siempre se puede llegar a pensar como que “los liberados son unos vagos” o que los sindicatos “solo están ahí para trincar” como dice mucha gente. ¿Cuáles fueron las principales conclusiones que se sacaron de aquello?

- ¿Qué se ve de nosotros o qué opinión se tiene de nosotros? Realmente, con la gente que participó en esa jornada se trasladó una opinión positivo. No obstante, somos conscientes de que esta organización admite a personas de cualquier tipo de ideología. Quien forma parte de la organización sindical los eligen los trabajadores de las empresas y nos encontramos con situaciones que tenemos que erradicar. 

Yo, por ejemplo, nunca he presumido de ser un liberado sindical porque nunca he abandonado mi puesto de trabajo en el Ayuntamiento. Quien lo abandona pierde cierta calidad en la prestación de la militancia que se necesita. Tienes que nacer de tu ámbito laboral. Y los liberados son necesarios y no nacen porque sí. También es necesario que se sepa que no se ausentan de la empresa sin autorización de la propia empresa o sin que le ampare la Ley. Un liberado sindical nace como consecuencia de la acumulación de horas de sus compañeros, que también son delegados sindicales, y que se permite por acuerdo con la empresa que el empresario prefiera tener una persona que coja las horas sindicales de todos que no tener a todos cogiendo horas sindicales permanentemente. Luego hay compañeros que, sí es verdad, hacen un uso más o menos desacertado. Nosotros, contra esa mala utilización del crédito sindical intervenimos en base a nuestro código disciplinario y nuestro código ético.

- Hay quienes les equiparan con los políticos.

- Sí. Otra de las cuestiones que he planteado en numerosas ocasiones es que se nos confunde con organizaciones políticas y con administraciones. Después de cuarenta años que llevamos vivos, nuestra intervención institucional ha sido tan importante que se nos ha confundido con dirigentes políticos. Eso es un problema porque nos debilita de cara a la imagen que tenemos que dar de cercanía, porque somos trabajadores que dedicamos parte de nuestra vida personal y laboral la dedicamos a este mundo colectivo sin remuneración. Cuando se nos ve en demasiadas fotografías surge una opinión que se equivoca porque no conocen el fondo y solo se quedan con la forma. En mi caso tengo buena relación con las administraciones porque eso también resuelve problemas. Pero no se puede confundir el papel que desempeño como representante de una organización personal y el del político. Por mucho que lo digamos y expliquemos va a seguir habiendo gente que lo va a poner en cuestión.

- Los escándalos de corrupción también les han tocado a ustedes, no solo a los políticos.

- En Comisiones Obreras, de momento, la única mancha que tenemos es la de Rodolfo de Benito. Fue miembro del consejo de administración de Bankia y que con ese cargo que ejercía en Comisiones Obreras cometió un delito haciendo uso de las prebendas que en ese caso tenían con las famosas ‘tarjetas black’. A Comisiones Obreras no le ha saltado ningún otro conflicto, denuncia ni caso que tenga que ver con los ERE’s ni con la formación. Hay otras organizaciones que sí están pasando por ese proceso. Las organizaciones están por encima de las personas, pero las personas que se aprovechan de estar en una organización para cometer esos delitos deben de estar castigadas. Tenemos la obligación de expulsar inmediatamente a esas personas. Aquí no hemos tenido ningún caso de ese tipo salvo lo que he comentado y la respuesta fue inmediata.

- ¿Cómo es la relación con las patronales?

- A día de hoy estamos intentando que sean y se mantengan de la forma más cordial posible. Tenemos una especie de guerra fría tolerable, los convenios colectivos vigentes, y nosotros ya hemos expresado nuestra voluntad de reconocer a ambas patronales como partes legales de la negociación. Nosotros vamos a defender el que nuestra voluntad fundamental sea siempre tener al otro lado de la mesa con quién negociar un convenio. Todo lo que tenga que ver con la rivalidad representativa e interés político y empresarial… Que lo resuelvan entre ellos. A Comisiones Obreras no nos van a pillar en medio ni en ningún renuncio para luego decirnos que preferimos a papá en vez de a mamá.

- En Salamanca acusaban a CCOO de cobrar un impuesto revolucionario a las empresas de construcción.

- Lo único que habíamos hecho era llegar a un acuerdo con la patronal de la construcción cuando no existía otra reconocida y lo demostramos. Se llegó a ese acuerdo en agosto de 2016 y yo, como secretario general de Comisiones Obreras en Salamanca, tuve constancia de que había una nueva patronal de construcción el 4 de noviembre, cuatro meses después, y se acordó con quien había que acordar en ese momento. Lo único que hicimos fue incluir dentro del convenio colectivo una cláusula que tiene que ver con un complemento que cobran los trabajadores por la formación que reciben. Y los juzgados nos han dado la razón porque es una cláusula legal, un artículo legal, que no influye en la competitividad ni crea discriminación entre empresas ni trabajadores. Y eso lo ha dicho un juez. Mientras no se diga lo contrario, lo vamos a seguir incluyendo. 

- En diciembre bajó el paro en Salamanca en 597 desempleados menos, rompiendo la tendencia al alza desde agosto, pero perdió 229 afiliados a la Seguridad Social aunque son 2.346 más que hace un año. ¿Podemos hablar de recuperación?

- Si después de más de 114.000 contratos que se han hecho en Salamanca en 2016, lo que hemos tenido ha sido un incremento de cotizaciones a la Seguridad Social, de 2.400 aproximadamente, que es solo un 2,5% de esos contratos, creo que la recuperación económica no ha venido. Para nosotros, lo que dice el Ecyl no es el dato real del cien por cien de quien está en desempleo. Quien está registrado en el Ecyl, y por eso lo dice la EPA, y lo vemos con números tan cambiantes, lo hace para cobrar una prestación, un subsidio o para someterse a un programa de formación para poder encontrar después un empleo. 

En Salamanca, durante todo el año hemos vuelto a tener otra vez la contratación precaria y estacional típica de la Navidad y del verano. La gente se marcha o decide no renovar. Lo que planteamos es que si realmente hay una recuperación económica, sentémonos y hablemos de generar puestos de trabajo teniendo claro qué es lo que necesitan las empresas. Para ello, en Salamanca nos podemos valer de la Universidad y de su Parque Científico.

- El Gobierno parece no estar dispuesto a cambiarla. A su juicio, ¿por dónde debe ir encaminada la recuperación económica y la creación de empleo?

- De no cambiar la legislación, que sería fundamental para poder garantizar que puestos de trabajo fueran más estables, tenemos que plantear que el futuro de Salamanca tiene que pasar por hacer un plan estratégico de inversión. Así lo hemos planteado en la Mesa de Diálogo Social del Ayuntamiento y nos gustaría poder planteárselo también en Diputación.

Tenemos que hacer un programa que se asuma por parte de las administraciones para garantizar que las empresas que están se mantengan y crezcan, con incentivos para garantizar los puestos de trabajo durante un determinado tiempo o si creces en número de trabajadores, y hacer una oferta importante de posibilidades para que Salamanca sea atractiva a empresas que decidan que pueden instalarse aquí. No quiero pecar de provinciano, pero en Salamanca tenemos una batalla muy grande que vencer contra la Junta de Castilla y León. 

Teniendo en Salamanca como alcalde al secretario general del Partido Popular en Castilla y León, aquí no tenemos el mismo trato que se tiene en otras provincias. Y no quiero entrar en la comparación con otras provincias, pero cuando hay una intervención directa del gobierno de la región para empresas como Panrico, Puertas Norma, Renault o Cuétara en otras provincias sabe muy bien proteger. Y en eso estamos nosotros también, pero aquí falta el gesto político mientras Salamanca sigue perdiendo grandes empresas mientras nos quedamos mirando para arriba.

- ¿Cuáles son los objetivos y las pretensiones más próximas de CCOO?

- Durante 2017 conseguir incrementos salariales de mínimo el 1,8 y máximo el 3 por cierto. Si no conseguimos incrementar salarios no vamos a conseguir incrementar la capacidad de compra de los trabajadores. Si no se compra, no es necesario vender. Y si no hay que vender, pues no se produce. También seguir con la negociación colectiva, seguir creciendo como organización, conseguir constituir el Diálogo Social con la Diputación Provincial y seguir en el día a día defendiendo los intereses de la ciudadanía y de los trabajadores.

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