Treinta años de poder del PP en Castilla y León, a prueba en unas inciertas 'primarias'

Este lunes se inicia, por vez primera, una campaña electoral interna en el PP de Castilla y León con los alcaldes de Salamanca y León, Antonio Silván y Alfonso Fernández Mañueco, como contendientes. Crece la polémica por el censo de militantes al corriente de pago, que habría provocado importantes cambios en la elección de los compromisarios que votan en la segunda y definitiva vuelta

 Treinta años de poder del PP en Castilla y León, a prueba en unas inciertas 'primarias'
Treinta años de poder del PP en Castilla y León, a prueba en unas inciertas 'primarias'

El Partido Popular de Castilla y León, el histórico 'granero' de votos de los conservadores en España, inicia este lunes unainédita campaña electoral para elegir al sucesor de Juan Vicente Herrera al frente del partido, y previsiblemente al futuro candidato 'popular' a la presidencia de la Junta (y en tal caso el propio cargo institucional). Justo se cumplen este 2017 30 años de la llegada al poder del Partido Popular, entonces como la Alianza Popular de José María Aznar, que alcanzó el poder tras lograr la dimisión del socialista Demetrio Madrid, acusado de una presunta corrupción que acabó quedando en nada en los tribunales años después.

La decisión de los alcaldes de Salamanca y León, Alfonso Fernández Mañueco y Antonio Silván, de disputar el liderazgo autonómico en el formato de 'primarias' a doble vuelta (primero militantes al corriente de pago y luego compromisarios electos y natos) pone a prueba la fortaleza del partido conservador, que perdió en 2015 la mayoría absoluta de la que gozaba hasta entonces (en formato de empate).

La inédita situación ha puesto patas arriba a los conservadores, con buena parte de sus dirigentes con miedo en el cuerpo por si eligen apoyar al candidato perdedor. Los presidentes provinciales del partido nadan y guardan la ropa en el conteo de apoyos, aunque los de Segovia y Salamanca se han pronunciado por Mañueco y el leonés Eduardo Fernández por Silván, aunque reconoce su amistad personal con el regidor salmantino. Aunque todos tienen sus favoritos algunos presidentes provinciales han pedido a los afiliados que les han pedido 'consejo' de cara a la votación del viernes 17 de marzo que esperen a esa jornada para manifestar sus impresiones sobre quién puede ganar y así que nadie se equivoque, apostando por tanto al 'caballo ganador'.

Porque eso es parte del juego y argumento usado por ambos candidatos y equipos, que ellos van a ganar. Silván blandiendo el apoyo del 'aparato' de la Junta y Mañueco el de la militancia. Mensajes contrapuestos y que en todo caso no obedecen al 100% de los apoyos. El bajo número de militantes al corriente de pago al inicio de la campaña, aproximadamente un 20% a nivel autonómico y en torno al 10% a nivel provincial, hacen complicado hacer conjeturas

El censo electoral de casi 50.000 militantes fue el que se usó para repartir los 1.000 compromisarios que tendrá derecho de voto en el congreso del 1 de abril, y que votarán de forma definitiva al próximo líder junto a 219 comprmisarios natos. Y es que resulta que si León tiene en teoría 12.731 afiliados le adjudicaron 218 compromisarios electos pero, a la hora de la verdad, sólo unos 900 están al corriente de pago para acudir a las urnas, lo que ha levantado suspicacias en otras provincias como Valladolid o Burgos, que tienen unos 2.000 al corriente de pago con cifras de militancia que les supusieron apenas 143 y 85 compromisarios, respectivamente. También deberían haber tenido más representación que León, si se hubieran escogido por militantes que pagan, provincias como Zamora, Segovia o Salamanca. El misterio de los militantes del PP leonés -¿hay afiliados fallecidos?, ¿que ocupan cargo en otro partido?- podría ser un motivo de conflicto posterior a la batalla por el poder autonómico ya en versión provincial.

La corta campaña electoral que se inicia este lunes, de apenas cuatro días de duración, se abre con la incógnita sobre el supuesto pacto de que quién tenga menos apoyos en urna de militantes se retire y evitar así un duro congreso en Valladolid el 1 de abril. Fuentes de ambas campañas reconocen que esta situación fue tema de conversación entre ambos candidatos pero no confirman el acuerdo, apuntando que será la diferencia de votos la que lo haga posible o no. Lo que sí pactaron los dos candidatos fue presentar 150 avales para evitar especulaciones por si hubiera diferencia entre ambos.

Cuatro días tienen Silván y Mañueco por tanto para motivar a los militantes del PP a que paguen, se inscriban para votar y les escojan como futuro líder de Castilla y León. Porque en esta disputa interna se juega más, previsiblemente la presidencia de la Junta, como reconocen desde otros partidos. Si el 'nuevo' PP de Castilla y León sale dividido de sus primeras 'primarias', quizás se abra una nueva época para el partido, de incierto resultado interno y electoral.

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