La Unidad del Ictus es un espacio físico en el que ingresan los pacientes que tienen un ictus en fase aguda, que se considera como tal cuando han pasado menos de 24 horas desde que empiezan los síntomas.
El equipo es muy amplio y habitualmente están disponibles en la unidad unas diez personas, un equipo multidisciplinar compuesto por enfermeras, auxiliares, celadores, responsables de urgencias, radiólogos, intensivistas y neurólogos.
La Unidad del Ictus se inauguró en mayo de este 2017 a pesar de que el funcionamiento y los pasos que se siguen actualmente se llevan haciendo desde hace muchos años, lo que ha cambiado es la organización y el funcionamiento del equipo.
Dado que todos los pacientes deben estar monitorizados, una de las herramientas más abundantes en la Unidad, mediante la cual se mide la tensión y se obtienen electrocardiográficas para que no haya ninguna complicación en las primeras horas, son los monitores. Pero la herramienta más utilizada por los neurólogos es el Eco Doppler para ver cómo funcionan las arterias que llevan la sangre al cerebro para ver si hay obstrucciones importantes.
La Unidad de Ictus de Salamanca es un referente en Castilla y León, ya que además de salmantinos, acoge a pacientes de otras provincias, sobre todo Ávila y Zamora. En general, es muy similar al de otros hospitales, aunque la afluencia de pacientes es mayor por uno de los factores más importantes relacionados con el ictus, que es la edad, y provincias como Salamanca y Zamora tienen la población muy envejecida.
Respecto a otros hospitales, se hacen los mismos cuidados, a excepción de un tratamiento que ha surgido con el que se hace un cateterismo para extraer el trombo si ha pasado poco tiempo y se dan una serie de condicionantes. Actualmente no se realiza en Salamanca, sino en Valladolid, pero están intentando que se consiga este tratamiento en Salamanca porque el tiempo es algo fundamental.
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