Las ONG Accem, Caminando Fronteras y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) han rechazado la creación de centros para refugiados fuera de la Unión Europea (UE) ya que supone, como han coincidido en señalar a Europa Press, "la externalización de las fronteras".
En este sentido, Accem se muestra "totalmente en contra" de la creación de centros para atender a refugiados fuera de las fronteras de la UE, ya que entiende que ello "supone la externalización de las fronteras y de la gestión migratoria y abre la puerta a que no se garanticen los derechos humanos de las personas solicitantes de protección internacional".
Así lo ha puesto de manifiesto en referencia al anuncio de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, Von der Leyen de llevar a la cumbre de líderes la creación de centros de deportación fuera de la Unión Europea.
A juicio de Accem, las políticas europeas "deben avanzar en la búsqueda de vías legales y seguras para que las personas solicitantes de asilo puedan llegar a las fronteras de la Unión de una forma segura y no a través de traficantes de personas, como está ocurriendo en estos últimos años". Además, destaca que la legislación de la UE exige que las personas lleguen a las fronteras de la Unión para poder formalizar su solicitud de protección internacional.
Por su parte, desde Caminando Fronteras explican que los centros fuera de la UE "es uno de los mecanismos de la externalización de fronteras, subcontratar a mercenarios para violentar los derechos humanos de las personas", además "de ser un negocio para los lobbys securitarios y de venta de armamento". "Cuando se publicó el Pacto Migratorio ya denunciamos que sería una herramienta para Justificar un incremento de las políticas de muerte en las fronteras europeas", añaden.
Para el director general de CEAR, Mauricio Valiente, las declaraciones de Von der Leyen son "una muestra de la deriva negativa que está llevando el conjunto de la Unión Europea". "Con esta declaración en vez de perseguir una actuación que es contraria al acervo comunitario, lo que está haciendo es dar vía libre a una actuación que incumple la normativa y el conjunto de compromisos que tiene asumido la Unión Europea", asegura.
En esta misma línea, explica que las organizaciones de derechos humanos de migrantes de Italia están llevando a cabo todas las acciones que están a su alcance para "intentar paralizar" una medida que considera "ilegal". "Y nos parecería un paso atrás sin precedentes que el conjunto de la Unión Europea adoptara ese camino", asegura sobre el inicio de las deportaciones de Italia a Albania.
En todo caso, Valiente afirma que esta situación "responde a una ola reaccionaria, a una ola de xenofobia" que ha dicho que ha sido fomentada "ficticiamente" desde algunos medios de comunicación y desde grupos políticos. "Se han aupado en la misma y tienen el efecto perverso de reclamar, una vez que estos gobiernos han sido capaces de hacerse con el poder, desde la sociedad este tipo de acciones para justificar esas supuestas medidas tajantes", agrega.
Finalmente, Valiente cree que estas medidas no van a tener ningún efecto "porque al final las migraciones responden a causas que tienen que ver con la situación de los países de origen" y lamenta que "solo van a aumentar el sufrimiento".
"Y como hemos visto en los últimos 30 años en la Unión Europea, en vez de ser capaces de gestionar los desplazamientos de población, van a generar mayores muertes en el tránsito, mayor sufrimiento y un fracaso a la hora de ofrecer unas vías legales, seguras y de contribuir a un modelo europeo, que es lo que siempre propugnó la Unión Europea, respetuoso con los derechos humanos, que sea un referente en el planeta para el avance de una manera progresista, de lo que es una sociedad inclusiva y respetuosa con los derechos humanos".
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