Todo comenzó cuando, en torno a las 22.40 horas, Francisco Nicolás Gómez Iglesias salía de un conocido restaurante en el madrileño Paseo de la Castellana y unos jóvenes se acercaron a pedirle una fotografía. Algo que le sucede a menudo porque después de su primera detención en 2014 - por sus aventuras y desventuras con el poder - se hizo muy popular y a lo que él siempre accede.
Sin embargo, en esta ocasión, las formas de sus seguidores no fueron las más adecuadas y el Pequeño Nicolás se negó a sacarse una fotografía con ellos. Tal y como el joven ha declarado a "Ok diario", "me pidieron la foto de malas maneras, a gritos y empujones, cogiéndome del cuello, y mira que me hago fotos al cabo del día con todo el que me la pide, pero ante su actitud agresiva me negué". Y este fue el origen de la pelea que acabó con la nariz de Francisco fracturada. "Fui a coger un taxi y por detrás, me pegaron. Llamé al 112 y gravé parte de las lesiones para poder identificarlos", ha revelado.
Tal y como ha desvelado el protagonista de la historia, una patrulla de la Policía Nacional circulaba por allí y, después de que uno de sus amigos les llamase y le explicase lo sucedido - mientras el Pequeño Nicolás sangraba abundatemente por la nariz en el suelo - pudieron detener a los agresores, tres jóvenes de entre 20 y 21 años. "Se portaron de manera exquisita hasta que llegó el Samur", ha contado el polémico joven. En estos momentos, los tres permanecerían detenidos en dependencias policiales a la espera de pasar a disposición judicial por un presunto delito de lesiones.
Ya en su domicilio, y muy "afectado" porque "no entiendo lo que ha pasado", Francisco ha intervenido telefónicamente en el programa presentado por Sonsoles Ónega para narrar lo sucedido - que hemos reproducido en líneas anteriores - y desvelar que, pese a encontrarse "dolorido", con la "nariz fracturada" y "afectado mentalmente", se encuentra bien aunque en "shock" porque no puede "entender lo que ha pasado".
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