En mitad del drama humanitario de Siria, Abdullah Al-Mohammad se ríe con su hija Salwa cada vez que cae una bomba. Las risas forman parte de un juego inventado por el progenitor para proteger a la menor, de tan solo tres años, de una "crisis psicológica" que ha visto sufrir a otros niños en la misma situación.
Al conocer esta historia, es inevitable recordar la película de Roberto Benigni, 'La vida es bella', y encontrar similitudes. En la ficción, un hombre construye una elaborada fantasía para proteger a su hijo en una campo de concentración nazi. En la realidad, un padre sirio, de 32 años, se inventa un juego para hacer creer a su hija que las bombas que constantemente oyen forman parte del mismo.
La familia se vio obligada a huir de su hogar en Saraqib. Idlib, debido a la guerra civil siria. Viven en casa de un amigo en Sarmada, un pueblo de la misma provincia, pero no han podido huir de los bombardeos y los sonidos que recuerdan una guerra constante.
Abdullah ve güzel k?z? Selva. Yukar?da durumlar?n? payla?t???m baba k?z. Ve yine tekrar eden o kahredici oyun. Anlamak için Arapça bilmenize gerek yok. pic.twitter.com/wUwKAcLzWE
— Mehmet Algan (@alganmehmett) February 16, 2020
"Los niños están pasando por un trauma psicológico debido a los bombardeos constantes. Busqué una forma de hacer de estos bombardeos una razón de felicidad", explica el progenitor a la versión turca del medio The Independent.
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