Más de 500 millones de euros destinados a una gestión hídrica sostenible y digital en Castilla y León

Así lo ha destacado el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, durante una jornada europea en Bruselas

Juan Carlos Suárez-Quiñones
Juan Carlos Suárez-Quiñones | Junta de Castilla y León

La Junta de Castilla y León ha reafirmado su compromiso con la gestión sostenible del agua, un pilar clave en sus políticas medioambientales y de desarrollo territorial. Así lo ha destacado el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, durante una jornada europea en Bruselas, donde puso de relieve una inversión de más de 500 millones de euros destinados al ciclo integral del agua en la Comunidad.

Suárez-Quiñones subrayó que la Junta ha abordado los desafíos de su extensa geografía, marcada por la diversidad climática y el aumento de las sequías, mediante una estrategia integral que abarca desde la captación hasta la reutilización, centrada en la sostenibilidad, la digitalización y la cooperación institucional.

Inversión en abastecimiento y modernización de redes

El primer eje de acción se ha centrado en el abastecimiento de agua a la población, con una inversión de 180 millones de euros. La Junta está desarrollando 12 infraestructuras de abastecimiento mancomunado para llevar agua de calidad desde fuentes fiables a núcleos con problemas de suministro, garantizando una gestión más eficiente.

Un componente crucial de esta estrategia es la digitalización y renovación de redes de distribución, con un programa de 90 millones de euros. El objetivo es eliminar las tuberías obsoletas, especialmente de fibrocemento, que causan pérdidas de hasta el 50-60%. La modernización incluye la instalación de sistemas de lectura por radio y plataformas de control que buscan optimizar el consumo y la facturación, asegurando un uso más transparente del recurso.

Objetivo "Cero aguas residuales sin depurar"

El segundo gran esfuerzo se concentra en la depuración de aguas residuales, con una movilización de 275 millones de euros. El objetivo es ambicioso: alcanzar "cero aguas residuales sin depurar" en Castilla y León, una meta que muy pocos territorios europeos lograrán a corto plazo.

Esta meta se articula en tres programas:

  1. Municipios mayores de 2.000 habitantes equivalentes: Finalizadas las 16 actuaciones previstas con una inversión de 25 millones de euros.
  2. Municipios entre 500 y 2.000 habitantes: Se están desarrollando 250 nuevas depuradoras con una inversión de 125 millones de euros.
  3. Municipios menores de 500 habitantes (2024-2028): Se prevé la construcción de cerca de 1.300 pequeñas instalaciones con otra inversión de 125 millones de euros, con más de 600 actuaciones ya en marcha.

Además, la Junta ha priorizado la depuración en los espacios naturales protegidos, asumiendo el 50% del coste de su mantenimiento y explotación.

Colaboración institucional y apoyo europeo

El consejero hizo hincapié en que el éxito de estas políticas se debe a la estrecha colaboración con diputaciones provinciales y ayuntamientos, pese a que las competencias son municipales.

Suárez-Quiñones también valoró el papel de la Unión Europea, tanto en la definición de directrices de calidad como en la financiación a través de fondos Next Generation y mecanismos con el Banco Europeo de Inversiones. No obstante, solicitó el retorno de la implicación financiera de la UE en el ciclo del agua dentro del próximo Marco Financiero Plurianual.

Finalmente, el consejero anunció la colaboración con la Universidad de Salamanca para elaborar el Libro Blanco de los Recursos Hídricos de Castilla y León, una hoja de ruta que diagnosticará la situación y guiará el futuro de la gestión hídrica, asegurando que el agua "seguirá siendo un recurso esencial para la vida, para el desarrollo económico y para la cohesión territorial".

stats