Tras apremiar a la Diputación para obtener cuanto antes el grueso de los fondos para poder realizar las obras, el alcalde del municipio transtormesino ha tomado la decisión de adelantarse para terminar de una vez por todas con los problemas de averías.
Así, además de en la vía donde ha tenido lugar el último reventón, las viejas tuberías también serán sustituidas en la Plaza del Ángel, el camino de Calvarrasa, Unicef, la Plaza de la Iglesia y las calles del Aire, Corta, Estrecha y Juan XXIII, los puntos más conflictivos del municipio pues han de soportar averías periódicas.
La razón principal del deterioro que da origen a los reventones estriba en que muchas de las tuberías están hechas de fibrocemento, un material que termina resquebrajándose con el paso del tiempo, y más debido a la nueva impulsión de agua del municipio. Para solventar ese problema serán sustituidas por otro material con elementos plásticos o de fundición.
Tanto el alcalde, Javier Cascante, como el concejal de Fomento, David Mingo resaltaron cuando se anunció que se realizarían estas obras desde que el equipo de Gobierno tomó posesión en 2007 el tema de abastecimiento de agua “siempre ha sido una de las grandes preocupaciones”, por lo que se le ha dado prioridad absoluta sustituyendo un 90 % del saneamiento y abastecimiento en el conjunto de calles donde se ha actuado, caso de la avenida de Madrid, y creando redes separativas de aguas pluviales en el Camino de Calvarrasa o en el barrio de la Cábila.
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