Cada 22 de julio, los vecinos de Arapiles rememoran una de las batallas más decisivas de la Guerra de Independencia Española frente a los franceses y que, precisamente, se libró en territorio charro.
Fue en Arapiles donde las tropas galas sufrieron una de sus peores derrotas y su hegemonía sufría un duro varapalo, comenzando así una reconquista del territorio y una expulsión francesa de tierras charras con la inestimable ayuda de tropas portuguesas e inglesas.
Ese 22 de julio es festividad en el pueblo armuñés, que ve cómo sus vecinos se visten de época y rememoran aquella batalla, ascendiendo hacia el ?Arapil Grande?, donde se realiza la ofrenda a los caídos. Este año, eso sí, hubo un pequeño percance, y que es que varias pintadas derivadas de un acto vandálico quisieron ser protagonistas, si bien no afectaron a las celebraciones.
Unas pintadas que enaltecían el reinado de Carlos III y su colaboración precisamente con Francia en la Guerra de Independencia de Estados Unidos, y reclamaban como territorios españoles Gibraltar y Cataluña así como Rosellón tierra francesa.
Los vecinos, eso sí, no le prestaron mayor importancia y decidieron centrarse en su festejo, consiguiendo un año más implicar a gran parte del pueblo así como a turistas y recordando una victoria que cumplió este pasado domingo 206 años.
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