Tienes 80 años, vives en un pueblo y el teléfono fijo es vital para ti porque de él depende que puedas avisar a tus hijos si hay algún problema o llamar al médico. Ese es el día a día de muchos mayores de los pueblos salmantinos más despoblados, en los que cuando falla la tecnología, solo queda recurrir a un vecino si puedes. Pero ¿qué pasa si llevas 20 días sin línea de teléfono?
Así están los vecinos de Espino de la Orbada. Desde hace 20 días sus teléfonos fijos no funcionan y la compañía telefónica, Movistar, todavía no les ha dado ni una solución. De hecho, según el alcalde, Roberto de Castro, “los técnicos tenían que haber venido y no lo han hecho. Yo he llamado dos veces en representación del Ayuntamiento y no hacen ni caso”. Un problema en la línea que afecta a 15 o 16 viviendas del pueblo, los que no tienen teléfono móvil y por tanto, ningún otro medio de comunicación. “La mayoría es gente mayor, que solo tienen teléfono fijo y que sin él no tienen médico, ni pueden llamar si pasa algo y es un problema”, asegura el alcalde. A esto se suma, que en el pueblo la cobertura móvil es muy deficiente. “Hace un año pusieron un repetidor y ahí está, pero nunca ha funcionado”, asegura y añade que desde el Ayuntamiento van a emitir un burofax a la delegación de Telecomunicaciones para ver si solucionan el problema.
El alcalde asegura que la falta de solución “es porque somos pocos habitantes” lo que demuestra una vez más que uno de los problemas más graves de la salamanca rural sigue siendo la falta de servicios básicos, que afecta, sobre todo, a los pueblos más pequeños y, por tanto, más despoblados.
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