El vertedero de ruedas ya es historia

El solar en el que se encontraba el cementerio de ruedas de la localidad del alfoz ha amanecido este miércoles totalmente limpio después de que la Junta de Castilla y León, conjuntamente con el Ayuntamiento de Castellanos de Villiquera, iniciara los trabajos de limpieza hace cinco meses. Los trámites se intensificaron después de que en la localidad toledana de Seseña echara a arder el mayor vertedero de caucho en Europa

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 El vertedero de ruedas ya es historia
El vertedero de ruedas ya es historia

Tras más de una década de acumulación de residuos, Castellanos de Villiquera ya ha dejado atrás el espectacular cementerio de ruedas que ha sido motivo de controversia durante todo este espacio de tiempo. Este miércoles, el solar en el que se han acumulado las ruedas, hasta el punto de que llegó a ser noticia nacional, ha amanecido totalmente limpio después de que la Junta de Castilla y León comenzara a retirarlas el pasado junio en colaboración con el Ayuntamiento de Castellanos. 

Después de abrir infructuosamente varios expedientes a los responsables del vertido sin obtener respuesta alguna, ambas instituciones decidieron actuar de oficio para evitar un mayor problema derivado de este delito ecológico. Tras lo ocurrido en la localidad toledana de Seseña donde echó a arder el mayor vertedero de caucho de Europa, los ojos se habían puesto en este del alfoz salmantino, donde se agilizó la tramitación después de lo sucedido en Toledo.

Los trabajos han sido ejecutados por una empresa de Valladolid que ha trasladado a Madrid las ruedas retiradas para su posterior procesamiento, se han prolongado finalmente por espacio de cinco meses una vez que el Ayuntamiento tomara cartas en el asunto conocido que el vertido se encontraba en su término municipal. 

SALAMANCA24HORAS advirtió de la situación hace año y medio. Por aquel entonces la confusión era total, hasta el punto de que no estaba del todo claro a qué localidad pertenecía el solar que albergaba el vertido. Según informó la Junta de Castilla y León a este periódico, hasta ese momento a los responsables del vertido se les habían abierto varios expedientes sin obtener respuesta alguna. La posibilidad de que la Junta actuara de oficio se veía en aquel instante como algo remoto pues el asunto se encontraba inmerso en un proceso judicial que, parecía, iba para largo.

La dimensión del vertido era tal que resultaba perfectamente visible desde el aire, algo que también sucedía con el de Seseña, el mayor de Europa de estas características, que echó a arder el pasado mes de mayo. A partir de ese momento, los acontecimientos se precipitaron. El vertido de Salamanca no solo comenzó a adquirir dimensión nacional como otra gran amenaza para el medio ambiente sino que desde diversos colectivos, comenzando por los partidos políticos de la oposición que hasta ese momento habían guardado silencio, comenzaron a pedirse explicaciones al gobierno regional, último responsable de que una situación así se hubiera mantenido durante años. Desde ese instante hasta ahora ha transcurrido apenas seis meses.

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