El Concurso morfológico de caballos de Pura Raza Española vuelve a Salamanca

El aliciente de esta edición número treinta y dos es el poder ver animales de tres de las ganaderías más importantes de España: La yeguada Zafiro de Alicante, la yeguada Los Alcores de Valladolid y la yeguada Ramón Jiménez Díaz ‘La ciervina’, de Monroy

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El XXXII Concurso morfológico y funcional de caballos de Pura Raza Española ha llegado al recinto ferial de Salamanca. Presentado el pasado jueves por Enrique Falcó, presidente del concurso, acompañado por Julián Barrera, diputado de Agricultura y Ganadería, se podrá visitar en la el Recinto Ferial hasta este domingo, 14 de julio.

El aliciente de esta edición número treinta y dos es el poder ver animales de tres de las ganaderías más importantes de España: La yeguada Zafiro de Alicante, la yeguada Los Alcores de Valladolid y la yeguada Ramón Jiménez Díaz ?La ciervina?, de Monroy (Cáceres). Estas tres dan una categoría importante a esta edición que contará con un total de cuarenta y nueve caballos.

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Enrique Falcó destacó la importancia de estos concursos para el sector y su perduración en el tiempo ?este año esperamos continuar y que no se pierda, fundamentalmente. Ha sido muy difícil echar este concurso adelante, y cada vez es más complicado. La ayuda de la Diputación es imprescindible, pero la participación es cada vez más baja?.  Asegura el presidente del concurso. Además, admite que el sector está mal porque los costes cada vez son más grandes, las inscripciones valen dinero y no se vende ganado; por ello, según Falcó, los ganaderos ?tiran la toalla. Del mismo modo, añade que ?cada vez es más difícil lo que se refiere a la participación, y lamentablemente, si quitamos los concursos el mercado ya, se para del todo. Con lo cual las asociaciones intentamos, lógicamente, que no se pare el mercado y que los concursos sigan funcionando?.

Respecto al mercado salmantino, Enrique Falcó destaca que está pasando por un mal momento: ?Aquí en Salamanca está parado, hay pocas ganaderías y las que hay no compiten o se dedican a la doma clásica. Las ganaderías han tenido que reducir mucho el número de yeguas para poder subsistir y buscar otros mercados con más facilidad para colocar sus ejemplares?, Concluye

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