CSIF denuncia el desmantelamiento de la vigilancia de incendios forestales en Castilla y León

Si bien este acuerdo preveía mantener operativos los puestos de vigilancia durante todo el año, el sindicato denuncia que la Consejería está procediendo al cierre de numerosas torres de vigilancia y al despido de los trabajadores que las atendían

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Torre de Vigilancia en Agallas
Torre de Vigilancia en Agallas

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado públicamente lo que considera un grave retroceso en la prevención de incendios forestales en Castilla y León. Según el sindicato, la Consejería de Medio Ambiente está llevando a cabo un desmantelamiento progresivo de la red de vigilancia, sustituyendo a los vigilantes por cámaras de videovigilancia, una medida que consideran ineficiente y peligrosa.

El conflicto se centra en la interpretación y aplicación del Acuerdo del Diálogo Social para el año 2025. Si bien este acuerdo preveía mantener operativos los puestos de vigilancia durante todo el año, el sindicato denuncia que la Consejería está procediendo al cierre de numerosas torres de vigilancia y al despido de los trabajadores que las atendían.

Cámaras vs. vigilantes: un debate abierto

CSIF sostiene que las cámaras de videovigilancia, aunque pueden ser un complemento útil, no pueden sustituir a la labor de los vigilantes forestales. Estos profesionales cuentan con una formación específica que les permite detectar los primeros indicios de un incendio, evaluar su gravedad y alertar a los servicios de extinción de forma rápida y precisa. Las cámaras, por su parte, son susceptibles de generar falsas alarmas y pueden no detectar incendios en zonas de sombra o con vegetación densa.

"Los vigilantes forestales son los ojos que vigilan nuestros bosques", afirman desde CSIF "Su experiencia y conocimiento del terreno son insustituibles para prevenir y combatir los incendios".

Consecuencias para la seguridad y el empleo

El desmantelamiento de la red de vigilancia puede tener graves consecuencias:

  • Mayor riesgo de incendios: La detección temprana de los incendios es crucial para evitar que se propaguen rápidamente. La falta de vigilantes podría aumentar el riesgo de incendios forestales de gran magnitud.
  • Pérdida de empleo: El cierre de las torres de vigilancia supondrá la pérdida de numerosos puestos de trabajo en el medio rural, donde la tasa de desempleo suele ser más elevada.
  • Disminución de la protección del medio ambiente: Los incendios forestales causan graves daños al medio ambiente y a la biodiversidad. Una menor vigilancia podría agravar esta situación.

La necesidad de un debate abierto

CSIF ha pedido a la Consejería de Medio Ambiente que revierta esta decisión y que mantenga los puestos de vigilancia de incendios forestales. Además, el sindicato ha solicitado la apertura de un debate público sobre la gestión de los incendios forestales, con la participación de todos los agentes implicados.

"Es necesario encontrar una solución que garantice la seguridad de nuestros bosques y la protección del empleo", afirma el representante de CSIF. "La sustitución de los vigilantes por cámaras no es la solución".

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