La directora de proyectos y relaciones institucionales de la Fundación de la Casa de Alba, Genoveva Casanova, ha sido la pregonera de honor y encargada de subir al balcón del Ayuntamiento de Alba de Tormes para dar cuenta de la inauguración oficial de las fiestas en honor a Santa Teresa. Un acto en el que también estuvo presente el presidente de la Diputación, Javier Iglesias. Acompañada por Cayetano Martínez de Irujo, Genoveva Casanova también participó en la ofrenda floral previa en la estatua de Santa Teresa ubicada en la explanada de la basílica.
 
Genoveva nació el 8 de noviembre de 1976 en la Ciudad de México. Estudió en el colegio Sierra Nevada y al finalizar el bachillerato se matriculó en la licenciatura de Filosofía. Los primeros cursos los estudió en la Universidad Panamericana y los últimos en la Universidad Iberoamericana. Al mismo tiempo cursó varios diplomados entre los que se encuentran los de Religiones comparadas, Egiptología, Filosofía Humanista, Filosofía del Arte, Guión cinematográfico y Literatura. Durante 1999 trabajó como investigadora en el centro de investigación del Partido Acción Nacional de México. Fue seleccionada en el año 2000 por la Universidad Iberoamericana para un intercambio estudiantil con la Universidad de Sevilla, ciudad en la que vivió los siguientes cuatro años, mudándose después a la ciudad de Madrid.
 
Desde hace siete años, Genoveva ha enfocado su vida profesional en dos ámbitos muy distintos. El primero es su trabajo como imagen publicitaria para distintas marcas, como son la joyería Vasari, Pantene, revista Hola, Christian Dior, Marina d’Or, Lancôme Tag Heuer, Porcelanosa y Chocrón Joyeros. El segundo es su dedicación a las causas humanitarias. Comenzó en México colaborando con Fundación Xquenda y World Education & Development Fund en 2005 a favor de los indígenas de la sierra de Oaxaca. Continuó su labor desde entonces colaborando con diversas organizaciones como Fundación Nuevo Futuro (para la creación de hogares de acogida para niños), Fundación Teletón (para la atención y tratamiento médico para niños discapacitados), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y Fundación Vicente Ferrer (ayuda humanitaria a la casta de los intocables en la India), Asociación Española de ayuda contra al cáncer de mama,Federación Española de Enfermedades Raras, Fundación Olvidados, Fundación Vicente Ferrer, Fundación SOS y Albergue de San Juan de Dios.
 
En el último año ha desarrollado en el ámbito profesional su experiencia en el mundo del arte. Su trabajo como Directora de Proyectos y Relaciones Institucionales de la Fundación Casa de Alba desembocó en la dirección y coordinación de un primer gran proyecto de éxito rotundo y catalogado como Evento estrella por el Ayuntamiento de Madrid, la exposición "El Legado Casa de Alba", abierta al público desde el 30 de noviembre del 2012 hasta el 31 de marzo del 2013 en el palacio de Cibeles.
 
Resto de la jornada festiva
 
Además, este domingo continú el concurso de pinchos Villa Alba de Tormes por los bares de la localidad. Por la tarde tuvo lugar la ofrenda floral a la imagen de Santa Teresa de Venancio Blanco. Los albenses pudieron recitar su poesía o texto preferido relacionado con la Santa y dedicárselo a ella. Posteriormente, desfile hasta la Plaza Mayor acompañados por la música de la charanga. Anterior al pregón, verbena y el divertido y animado concurso de peñas organizado por el Ayuntamiento. Tras el pregón, Toro de Fuego sin buscapiés y entrega de premios del concurso de +peñas. Para cerrar la noche sigue la verbena con la orquesta y concluye con la celebración del Toro de Fuego con buscapiés.

Pregón de Genoveva Casanova

"Quiero agradecerles de corazón a todos ustedes y a la Alcaldesa de Alba de Tormes la invitación que me han hecho para inaugurar estas fiestas tan especiales para todos . Es un honor acompañarles en esta ocasión, y que juntos podamos conmemorar el recuerdo de la gran mística de la literatura y Doctora de la Iglesia, Santa Teresa de Jesús. Quisiera aprovechar la oportunidad que me han brindado para dedicar un recuerdo emocionado a Cayetana, Duquesa de Alba, por no encontrarse presente como hubiera sido su deseo, y participar con todos nosotros en este día tan emotivo. 
 
Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.
 
Vivo ya fuera de mí
después que muero de amor;           
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí;
cuando el corazón le di
puse en él este letrero:
que muero porque no muero.           

Esta divina prisión

del amor con que yo vivo
ha hecho a Dios mi cautivo,
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión             
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.
 
 
La primera vez que leí este poema yo tenía 13 años. Marcó tanto en mi la experiencia mística que encontré en los textos de Santa Teresa, junto con los de su confesor San Juan de la Cruz, que más tarde yo acabaría estudiando la licenciatura de Filosofía en un intento de rozar el conocimiento tan profundo de Dios y el universo que experimentó nuestra Santa. En ese entonces jamás creí que hoy tuviera la oportunidad de honrar su memoria en un día tan especial junto con ustedes, y en representación de la  Casa de Alba.

 

La historia común de Alba de Tormes y de la familia Alba es larga y fecunda. Comenzó en el lejanísimo año de 1429 con la donación real de la villa y su señorío al obispo don Gutierre de Toledo y llega hasta nuestros días. Durante siglos, los señores y luego condes y duques de Alba, mantuvieron con su villa una relación privilegiada. Muchos de sus hijos acompañaron a sus señores en los principales acontecimientos de la Historia, no sólo de España, sino también de Europa; y muchos fueron también los albenses que alfombraron con sus cuerpos los campos de batalla del Viejo Continente al servicio de su patria.
 
Los duques hicieron de Alba de Tormes la capital de sus estados señoriales y también su residencia favorita, y en ella nacieron, se casaron y, finalmente, fueron enterrados, disfrutando junto a sus gentes de los momentos de alegría y también sufriendo unidos cuando fueron atacados por el infortunio.
Algunos de los grandes poetas de la lengua castellana, como Garcilaso, intentaron expresar lo que sin duda la familia experimentaba cuando regresaban a Alba de Tormes, después de fatigas y trabajos por toda Europa.  
 
En la ribera verde y deleitosa
del sacro Tormes, dulce y claro río,
hay una vega grande y espaciosa,
verde en el medio del invierno frío,
en el otoño verde y primavera,
verde en la fuerza del ardiente estío.

 

Levántase al fin della una ladera
con proporción graciosa en el altura,
que sojuzga la vega y la ribera.
Allí está sobrepuesta la espesura
de las hermosas torres, levantadas
al cielo con extraña hermosura
 
Pero hablemos de la Santa a la que hoy celebramos. La Casa tiene un papel decisivo en cuanto a la llegada de la Madre Teresa a Alba de Tormes . Llamada por la ya anciana Duquesa María en vísperas del alumbramiento, que se anunciaba difícil, de su nieto, el hijo del duque de Huéscar, la madre reformadora y andariega llegó enferma tras duras jornadas. Había padecido muchos desprecios de miembros de la Iglesia y de grandes señores por la relación tan profunda y mística con Dios que expresaba en sus escritos, considerados en ocasiones incluso herejes por sus contemporáneos. Habiendo sufrido muchas enfermedades y siendo una gran incomprendida, llegó a la villa en busca de refugio, falleciendo finalmente en esta hermosa tierra que la colmó de amor y generosidad en sus últimos días.
Sus restos, llevados en secreto a Ávila,  fueron devueltos a Alba gracias a la intervención del nieto que ella debió ver nacer, el V duque Antonio, y de su tío, el prior de San Juan, quienes intervinieron ante el Papa Sixto V.

 

Apenas cuatro años después del definitivo enterramiento de la Madre del Carmelo, llega a Alba de Tormes Lope de Vega, que fue durante cinco años secretario del duque Antonio. Su estancia en la corte ducal constituyó un remanso de paz sólo enturbiado por la muerte de su mujer, Isabel de Urbina.  
Quisiera recordarles unos versos de este gran poeta, que reflejan perfectamente los sentimientos que debieron embargar a muchos miembros de la Casa cuando, queriendo olvidar sinsabores y trabajos, regresaban a su amada villa.
 
Ya vuelvo querido Tormes
Ya tornan las ansias mías
A ver la pizarra helada
Que cubre mi muerte viva
Castígame de esta ausencia
Que de adorarte me priva
Alba de mi sol difunto
Y noche de mi alegría.
Tú sola fuiste mi patria,
Y la que dejo enemiga
Porque no hay más tierra propia
Que toda esta tierra mía.
 
La emoción me embarga al leer estas palabras, mientras me vienen a la mente las imágenes de mis hijos, los últimos de esta largísima línea familiar que tanto amó esta tierra, corriendo y jugando entre los muros  cuyas primeras piedras colocaron sus antepasados en 1430. Casi seis siglos después los bañaba el mismo sol, los enamoraba la misma extensa vega, los emocionaban los mismos reflejos que parpadean desde río. Aquí en Alba de Tormes, los Alba y los albenses siempre encontrarán su inspiración, y al igual que Santa Teresa , la verdadera paz que reclaman nuestras venas".
 

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