Los Planes Provinciales de la Diputación de Salamanca para este ejercicio y el siguiente se han convertido en el ‘caballo de batalla’ tanto del equipo de Gobierno –que habla del esfuerzo inversor-, como para la oposición que los tilda de ‘rácanos’. Por ello, SALAMANCA24HORAS habla con el diputado delegado para que explique los actuales Planes Provinciales. Antonio Luis Sánchez también ofrece su visión sobre la retirada de la inversión de la Junta y el Gobierno en los mismos.

¿Qué tiene que decir a los pueblos salmantinos en relación a los Planes Provinciales de 2012- 2013?

Pues que hemos hecho un gran esfuerzo para poner en manos de los municipios una financiación que ellos necesitan para mejorar los servicios que prestan a los ciudadanos. Hemos incrementado en un 55% la inversión de Diputación en los Planes Provinciales, a la vez que hemos reducido las aportaciones municipales. Con este incremento hemos conseguido compensar en buena medida la caída en la inversión que hubiera supuesto la retirada de la financiación que venía de los Gobiernos Central y Autonómico. Todo ello es valorado por los municipios, pues muchos alcaldes nos expresaron su temor a que no hubiera planes provinciales una vez conocidos los Presupuestos Generales del Estado y de la Junta de Castilla y León.

La oposición dice que “no existen planes”.

Eso demuestra una vez más la demagogia y ausencia de compromiso por parte de los mismos. A los 12 millones de euros que aporta íntegramente la Diputación para los Planes Provinciales hay que unir los 6 millones ya aprobados para los ayuntamientos como plan extraordinario para financiar el gasto corriente y las inversiones, el cual resulta compatible y complementario de los Planes Provinciales, además de lo que hemos destinado para obras de abastecimiento de agua y mejora energética. En suma, 20 millones de euros para los municipios de la provincia. El tamaño del esfuerzo realizado sólo se puede medir si lo comparamos con otras diputaciones de Castilla y León.

Escasean las ayudas en esta ocasión de otras administraciones.

Más que escasear es que no existen otras ayudas a parte de lo que financia la Diputación de Salamanca. La disminución de los  ingresos obliga a las distintas administraciones a reducir el gasto eliminando programas que, como los Planes Provinciales, tienen ya más de 60 años de vigencia. No obstante, espero que ésta, como otras, sea una solución transitoria y que se puedan recuperar en los próximos años pues se trata de programas necesarios para garantizar una cierta igualdad y calidad en los servicios que reciben los ciudadanos en el medio rural.

Lo cual quiere decir que la Diputación se compromete con toda la financiación al 100%.

 Sí, por supuesto. Lo vamos a garantizar para estos dos años, a pesar de que desconocemos los ingresos con los que podremos contar el próximo año. Para ello hemos sentado las bases presupuestarias que nos permiten derivar cada euro que ahorramos a favor de nuestros municipios.

¿Qué obras de las propuestas por los ayuntamientos  prevalecerán en estos nuevos Planes?

En principio, los ayuntamientos tienen plena autonomía para elegir aquellas obras que mejor satisfagan las necesidades del municipio. No obstante, dada la situación económica que vivimos creemos que es necesario incentivar la mejora de los servicios básicos, el ahorro energético, el medio ambiente y las nuevas tecnologías.

La experiencia también nos dice que los ayuntamientos no se deben embarcar en servicios para los que no tienen competencia u obras que no sean capaces de terminar en un mandato y vayan a quedar abiertas sin solución de terminación, comprometiendo a futuras corporaciones.

Los recursos de la Diputación en estos momentos son escasos, y además en una disminución progresiva. ¿Cómo se puede hacer frente a las inversiones?

Los recursos de las Diputaciones son principalmente la participación en tributos del Estado, pues éstas no cuentan con capacidad tributaria, y como todos sabemos, los ingresos del Estado se han visto seriamente afectados por la crisis económica.

No obstante, como he dicho antes, esta Diputación ha cumplido sus deberes: contamos con una situación financiera bastante saneada que nos permite liquidez y hemos adoptado importantes medidas de ahorro de gasto improductivo a través de una mayor gestión. También ha sido necesario, como en todas las administraciones, retrasar el cumplimiento de objetivos más ambiciosos, no corren  tiempos para grandes obras de infraestructuras sino para mantener lo que tenemos y ayudar a nuestros municipios.

Y con el nuevo proyecto de Ordenación del Territorio, nuevas competencias, y muchas de infraestructuras.

Hasta el momento, la Diputación de Salamanca no ha recibido el documento definitivo elaborado por la Junta de Castilla y León respecto a la ordenación del territorio, por tanto no podría valorarlo en su totalidad. En cualquier caso, siempre hemos estado dispuestos a nuevas líneas de cooperación que permitan garantizar unos servicios de calidad para nuestros pueblos sin menoscabar la autonomía municipal. En cualquier caso, las nuevas competencias deberán ir acompañadas de la financiación necesaria para garantizar la prestación de los servicios que llevan aparejados.

¿Qué modelo de financiación competencial propone usted?

En este sentido, más que el modelo, se trata de valorar los distintos servicios que conlleva cada una de las competencias y asignar una financiación que sea suficiente para poder garantizar la prestación de los mismos, bien mediante las correspondientes transferencias, garantizadas por ley o por medio de instrumentos adecuados de participación en los tributos estatales y, por qué no, autonómicos.

No obstante, ciertos servicios como son el abastecimiento de agua, el saneamiento o la gestión de los residuos deben ser autofinanciados, pues de lo contrario no sólo favoreceríamos un uso abusivo de los recursos naturales sino que pondríamos en peligro también el mantenimiento de servicios básicos para los ciudadanos.

Y de la actual situación económica, crisis, ajustes o recortes – llámelo como quiera-, como se siente usted.

Pues al igual que la mayoría de los españoles, deseando ver esa luz esperanzadora al final del túnel. No es posible salir de la crisis sin importantes esfuerzos y reformas, no sólo en el caso español, también los demás países de nuestro entorno lo están haciendo. En España parece que nos cuesta más porque en su momento se negó la evidencia de la crisis, se retrasaron las decisiones y se falsearon las cifras.

No obstante, en esta crisis está inmersa toda la Unión Europea y sólo mediante una mayor integración económica y la garantía de futuro del euro podemos salir de la crisis. O remamos todos en la misma dirección o nos hundimos todos juntos, unos antes que otros pero todos en definitiva. En los últimos días hemos  asistido a lo que pueden ser cambios esperanzadores, principalmente por parte del Banco Central Europeo, que nos hacer ser un poco más optimistas.

Finalmente, parece ser, según estima el Gobierno central y la Junta de Castilla y León, que las Diputaciones, al contrario de lo que opinan otras formaciones políticas distintas al PP, tienen razón de ser.

Eso se lo podemos preguntar a los ciudadanos del medio rural, a los que prestan servicios directa o indirectamente las Diputaciones. Es lógico que los ciudadanos que viven en el medio urbano no comprendan la razón de ser última de las Diputaciones, más por desconocimiento que por convicción. Otra cosa es lo que opinan otras formaciones, unas veces con pretensiones electoralistas, cuando han perdido el poder en la mayoría de las Diputaciones, y otras tratando de crear nuevas administraciones que sólo conllevarían mayor burocracia y gasto público.

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