Florencio Maíllo rescata las imágenes realizadas por Alejandro Martín Criado a los mayores de edad de la localidad y las ha convertido en cuadros plasmados sobre chapa metálica en tamaño grande. Tras pedir los correspondientes permisos a los familiares de las personas retratadas, algunas de las cuales todavía siguen viviendo en el pueblo, las pinturas han sido colocadas en las fachadas de las casas relacionadas con sus protagonistas, donde permanecerán durante los próximos seis meses. Al finalizar la muestra, anunció hoy Maíllo durante la presentación, los cuadros serán donados a los vecinos del pueblo, a excepción de tres cuyo destino será la Diputación de Salamanca, promotora de este proyecto artístico único en España. El autor explicó, además, que el entusiasmo vecinal ha propiciado que, a medida que se iba conociendo la idea de la muestra, se hayan sumado más imágenes que se irán colocando progresivamente hasta alcanzar el medio millar.

El presidente de la Diputación, Javier Iglesias, el alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, el delegado de la Junta, Bienvenido Mena, la vicedecana de la Universidad de Salamanca, la alcaldesa de Mogarraz, Concha Hernández, senadores, diputados y muchos alcaldes y concejales de los pueblos de la Sierra, así como vecinos, profesores, artistas… recorrieron las calles de Mogarraz quedando admirados de la singularidad y belleza de esta muestra única.

La exposición

AlejandroMartín Criado, en otoño de 1967, fotografió para el carné de identidad, a la práctica totalidad de la población mayor de edad de Mogarraz. La serie fotográfica está compuesta por un total de 388 imágenes de mogarreños que en su práctica totalidad no emigraron de la localidad. Y que será inaugurada el 26 de mayo, como una muestra "original, única y genuina en el mundo rural", apunta Javier Iglesias.

La instalación de Retrata2-388 promovida por la Diputación de Salamanca con la colaboración del Ayuntamiento de Mogarraz, cuya alcaldesa, Concha Hernández Vicente, calificó de "muy importante para Mogarraz, la Sierra de Francia y la provincia de Salamanca, además como un reconocimiento a los antepasados que forjaron la historia y la cultura de las tradiciones", usando como soporte expositivo las fachadas de las viviendas en las que habitaron cada uno de los retratados. Se trata, explicó Florencio Maíllo, el artista, de construir un archivo iconográfico plástico y un verdadero memorial que "refuerce una identidad compartida, sometida a una fuerte transformación y pérdida de raíces".

El proyecto artístico Retrata2-388 podría calificarse de "extraño", no es una propuesta al uso, ni tan siquiera habitual dentro de los marcos establecidos por los artistas que en la actualidad trabajan materiales antropológicos. Presenta una visión global, como imagen, del conjuunto de los habitantes de Mogarraz del año 1967. Como autor, Florencio Maíllo retoma en esta obra, más de dos décadas después, la figuración en la pintura que caracterizó sus primeros años de formación. La evidente concesión al lenguaje figurativo deriva del concepto de memoria en el que se fundamenta. Es éste un trabajo pictórico emientemente autobiográfico, donde la fidelidad en la representación es una demanda irrenunciable.

Mogarraz, una sala de exposiciones

La idea que subyace en el proyecto -financiado por la Diputación de Salamanca en su totalidad- es convertir el pueblo de Mogarraz en sala de exposiciones, una instalación donde todas las familias estén representadas, siempre, desde el máximo respeto a las personas retratadas y sus familiares. La imagen integral que se quiere ofrecer desde la Diputación y el Ayuntamiento a quienes visiten la villa serrana "ha de ser de unidad en el respeto y recuerdo a nuestros antepasados y vecinos actuales", señala Concha Hernández. Unos cuadros estarán situados en las viviendas donde vivieron los retratados, otros, en cambio, han pedido que se instalen en la vivienda donde viven en la actualidad.

Porque, ante todo, explica el presidente de la Diputación, "se trata de construir un archivo plástico y un verdadero memorial que refuerce una identidad rural sometida a un fuerte expolio y a una des-identificación y finalmente a un olvido e indiferencia por su suerte en la historia general del país". Florencio Maíllo agradeció el apoyo "entusiasta" de la alcaldesa de Mogarraz, Concha Hernández, así como del diputado de Cultura, Manuel Tostado, y del profesor Antonio Cea, a quien Maíllo hace un "agradecimiento".

El escenario, las propias calles y sus fachadas

Las imágenes de los recuerdos sobre los retratados se distribuyen en multitud de escenarios asociados a las viviendas interiorizadas, no están exclusivamente unidas a sus hogares, aun siendo estos un referente substancial. Junto a la figura de los paisanos emergen un sinfín de sensaciones, visuales con la luz y el color de las fachadas, sonoras como el agua que brota de las fuentes y, cómo no, olfativas del aroma de las flores, la madera, la cal o de la naturaleza serrana. Son imágenes para el recuerdo una gran diversidad de labores que se realizaban en plena calle ante las casas. Faenas asociadas a la agricultura como el almacenamiento de la paja y el grano, el secado y limpieza de legumbres, el trasiego de vino, o la carga de los sufridos cuadrúpedos con estiércol para su traslado de las cuadras al campo, como también la descarga de las caballerías con productos y herramientas.

Dice Florencio que un objetivo fundamental de cada obra de esta serie “es mantener el parecido del retrato pictórico tal como fue fotografiado, con el objeto de preservar su identidad”. Evidentemente, se trata de un retrato fisonómico antes que plástico, pero sin olvidar las licencias artísticas comprendidas en toda la producción simbólica, más si cabe debido al extenso número de obras realizadas.

En cuanto al procedimiento empleado en la elaboración de las obras de esta importante, única y excelsa colección es la encáustica, ya que reitera el concepto central elaborado en la propuesta, que no es otro que el de la custodia de la memoria de aquellos hombres y mujeres que legaron la tradición. Por cierto, la encáustica es una técnica pictórica usada desde la antigüedad, por egipcios y romanos, con extraordinarios resultados dada la excelente conservación de las obras que nos han llegado hasta la actualidad. Se caracteriza por emplear cera de abejas para aglutinar el pigmento. Este procedimiento pictórico con cera para resguardar la imagen y su memoria, junto a la chapa como material estable frente a la climatología, aúnan esfuerzos en la misma dirección conceptual, la protección.

Finalmente, Retrata2-388, es un proyecto global, su sentido, potencia y significado se halla en el conjunto de la producción pictórica realizada, y no en cada uno de los retratos aislados. La instalación del total de las obras en la exposición –que posteriormente se verá acompañada por un catálogo con textos de Antonio Cea-, es básicamente lo que otorga sentido, significado y proyección a este acontecimiento único, exclusivo, exquisito y de una verdadera magnitud e importancia artística, patrimonial y turística para Mogarraz y el resto de pueblos de la Sierra de Francia. Enhorabuena a Florencio Maíllo, la alcaldesa Concha Hernández, a la Diputación con su diputado de Cultura Manuel Tostado, y al comisario de la exposición Fabio de la Flor.

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