El pasado 26 de julio se hizo público en el Boletín Oficial de la Provincia la solicitud de la licencia urbanística para la instalación de un nuevo tanatorio-crematorio en el Camino del Cementerio número 54. Dentro de los periodos de exposición a información pública para la presentación de reclamaciones, el proyecto ha contado con las alegaciones vecinales para impedir la puesta en marcha de esta instalación y la concesión de la preceptiva licencia. Por tanto, el proyecto de construcción sigue en el aire con más trabas que beneplácito para seguir adelante.

Entre los motivos que los vecinos exponen, consideran importante la afección derivada de la incineración de cadáveres. Según el reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas se recoge que actividades como esta deberán emplazarse a una distancia de 2.000 metros cuadrados a contar del núcleo más próximo a la población agrupada. Algo que, según las alegaciones presentadas, vulnera este proyecto. Además, supuestamente la parcela donde se planea construir la instalación posee categoría de suelo urbano o urbanizable, cuestión que no estaría permitida. Por otra parte, también rechazan exponerse a gases nocivos o vapores con olor desagradable, humos o partículas de una actividad altamente contaminante.

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