El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León aprobó el Plan de Ordenación de Recursos Humanos en Atención Primaria, mediante el que, asegura, “garantiza y mantiene la intensidad y la calidad de la prestación del servicio público de Sanidad en toda la Comunidad”. Del mismo modo, “mejora y refuerza la atención sanitaria en las zonas urbanas con mayor presión asistencial, garantizando a la vez los mismos niveles de asistencia existentes en la actualidad en el medio rural”.

 

Esa visión de la administración regional contrasta con las voces que aseguran que la medida, que en Salamanca afecta a once facultativos, supone el desmantelamiento de la Atención Primaria en el medio rural.

 

Los centros afectados por la merma de efectivos son los de  Lumbrales, Vitigudino, Calzada de Valdunciel, Fuentes de Oñoro, Matilla de los Caños, Tamames, Linares de Riofrío, Fuentes de Oñoro, Miranda del Castañar, Fuenteguinaldo y Robleda. Como consecuencia del cambio, en el que pierden uno de los médicos al que ahora se destina a Salamanca, todos esos municipios sufren un aumento del cupo de tarjetas. Es decir, aumenta la cantidad de pacientes que han de atender el resto de facultativos de la zona. El caso más llamativo es el de Fuenteguinaldo donde la atención pasa de 388 a 486 personas por médico.

 

Los médicos rurales serán trasladados a nueve centros (La Alamedilla, San Bernárdo, Sancti Spiritus, Universidad centro, Periurbanas Norte y Sur junto a Garrido Sur en la capital y uno en Ciudad Rodrigo). Como es lógico, en todos ellos se produce un descenso del cupo de cartillas sanitarias, especialmente acentuado en Garrido Sur donde el descenso es del 12,5% al pasar de 1.705 a 1.492 pacientes por médico. En la actualidad, los cupos médicos por áreas oscila en la provincia de Salamanca entre las 135 y las 2.199 tarjetas sanitarias.

 

Mejorar las cargas

 

En toda Castilla y León, 59 médicos y 37 enfermeros se redistribuirán durante la primera fase de aplicación del plan. Según explicaron desde la administración regional, la finalidad del Plan de Ordenación de Recursos Humanos en Atención Primaria -enmarcado dentro del Plan de Reforma de la Administración de la Comunidad de Castilla y León- es la de mejorar la redistribución de las cargas asistenciales de los profesionales en el ámbito de la Atención Primaria, “contribuyendo a una mejora en la prestación de la asistencia sanitaria que recibe el ciudadano, adecuándola al incremento de población registrado en determinados núcleos, fundamentalmente urbanos, y reordenando las demarcaciones asistenciales de las zonas básica de salud con baja carga asistencial”.
La Consejería de Sanidad adopta la decisión tras mantener diversas reuniones y negociaciones. Así, estima necesario llevar a cabo una reestructuración de la Atención Primaria en relación con las demarcaciones asistenciales y los puestos de trabajo correspondientes al personal médico, los enfermeros y practicantes titulares de atención primaria. Mediante esta reorganización se busca la disminución de los cupos de los profesionales que registran mucha carga asistencial para mejorar la calidad en la asistencia, con el criterio claro de que en las zonas rurales se van a mantener las prestaciones actuales.

 

La Consejería aclara que la ejecución de esta reestructuración se centrará en equilibrar y redistribuir las cargas asistenciales de forma coordinada, garantizando al mismo tiempo los derechos de los profesionales afectados y la calidad de la prestación sanitaria a los ciudadanos. Después, se adecuarán y adaptarán las plantillas a medida que queden plazas vacantes o haya necesidades asistenciales, con el objetivo de lograr el citado equilibrio. El Gobierno autonómico ha acordado con las organizaciones sindicales que la reestructuración concluirá el 31 de diciembre de 2015, de forma que a partir de ese momento se volverá a analizar la situación.

 

Por tanto, una vez que entren en vigor las normas aprobadas hoy se procederá primero a una reestructuración directa, es decir, basada en la creación de demarcaciones asistenciales en las zonas básicas urbanas y semiurbanas y en la supresión o modificación de demarcaciones asistenciales en las zonas básicas rurales. 

 

Tras la primera fase se procederá a una modificación de las relaciones de puestos de trabajo (RPT) por decreto de la Junta de Castilla y León y de las plantillas orgánicas por resolución del gerente regional de Salud, lo que significará que la supresión de una demarcación asistencial en el ámbito rural conllevará la amortización de una plaza y la creación de esta en el ámbito urbano.

 

Una vez aprobadas las RPT y las plantillas orgánicas, se convocará un concurso de traslados para la provisión de los puestos de trabajo creados. Excepcionalmente, y mientras se resuelve el concurso de traslados, los puestos de trabajo de nueva creación se podrán cubrir mediante la adscripción provisional del personal afectado por la supresión del puesto en el que prestaba servicios en la misma área de salud.

 

Por último se procederá a la reestructuración de los puestos derivados de vacante, lo que conllevará la creación de otros tantos en las áreas de salud. En particular, cuando se produzca una vacante en una plaza se procederá a la supresión de esa plaza, pudiendo crearse otra en la misma o distinta área de salud, procediendo a adaptar posteriormente las RPT o plantillas orgánicas.

 

En definitiva, esta nueva ordenación trata de conseguir en primer lugar la máxima eficiencia en la asignación de los recursos humanos en el ámbito de la atención primaria, de manera que redunde en una mayor calidad en la prestación del servicio sanitario; y en segundo lugar favorecer la estabilidad de los profesionales en los equipos de Atención Primaria de la Gerencia Regional de Salud, permitiendo su acceso a las nuevas demarcaciones asistenciales mediante procedimientos de provisión definitiva.

 

La Junta destaca que Castilla y León es la comunidad con mayor desarrollo de la Atención Primaria, en particular en las zonas de salud rurales. En este sentido, hay que destacar que es la que realiza  mayor esfuerzo presupuestario pues un 18 % presupuesto de Sacyl se destina a la Atención Primaria frente a una media nacional del 13,8 %. Además, la comunidad cuenta con la mayor dotación de médicos: cada médico de familia atiende una media de 927 ciudadanos; mientras en España su cupo medio es de 1.356. También tiene la mejor disposición de enfermeros, con 1.153 tarjetas asignadas de media por las 1.577 de media nacional.
En Castilla y León se encuentra el 36% de todos los consultorios locales existentes en España, y la accesibilidad es la mayor de todo el país: 8,1 visitas por ciudadano cada año a su médico de familia mientas en España se limitan a 5,4.

 

La distribución territorial de los profesionales no se ha modificado en los últimos 25 años. Y ello ha generado desequilibrios importantes en las cargas asistenciales, de forma que uno de nuestros médicos tiene asignadas 54 tarjetas sanitarias mientras otro atiende a 2.199 ciudadanos. La Junta de Castilla y León pretende reducir estos desequilibrios para garantizar la calidad de la asistencia sanitaria a todos los ciudadanos en condiciones de igualdad. Este proyecto ha tenido, desde su inicio, un sólo criterio restrictivo: mantener en los 249 centros de salud y en los 3.652 consultorios locales rurales la misma atención, con la misma intensidad con la que se viene prestando en los últimos años.
 
 

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