Naturaleza desbordante: estos son los senderos y rutas de Salamanca que te permitirán disfrutar de los mejores paisajes del otoño
La otoñada es uno de los mejores momentos del año para disfrutar de las rutas senderistas y caminos de la provincia
Salamanca es patrimonio, son monumentos, pueblos llenos de encanto en los que perderse, manjares que llevarse a la boca. Pero Salamanca también son los bosques de castaños, encinas o alcornoques, los cañones que horadó el Duero, los riscos de las Sierras de Francia y Béjar, la dehesa y su toro bravo, las denominadas ‘catedrales vivas’ o el alcornocal infinito. El otoño es uno de los mejores momentos del año para disfrutar de la riqueza natural de una provincia de contrastes, en la que cada comarca ofrece algo diferente y único al visitante. Reservas de la Biosfera, parques naturales, humedales, una antigua línea de ferrocarril recuperada para caminarla, paseos que combinan arte y naturaleza, rutas entre olivos y almendros… las opciones son casi infinitas y la Diputación de Salamanca se esmera en promocionarlas para que tanto salmantinos como turistas disfruten de un patrimonio natural único.
Las sierras de Francia y Béjar gozan de una importante riqueza natural que les ha otorgado el título de reserva de la biosfera declarada por la UNESCO. Con más de 200.000 hectáreas de maravillosa naturaleza que integran a 85 municipios, la Reserva de la Biosfera Sierras de Béjar y Francia es la segunda mayor reserva de la región y la tercera de toda España.
En la Sierra de Francia surgió una de las iniciativas que más atractivo turístico tiene: los llamados Caminos de Arte en la Naturaleza. Cuatro rutas que permiten al caminante disfrutar de la magia de los bosques mientras se encuentra por sorpresa con distintas obras de arte instaladas en el itinerario. Jaulas, sirenas, asteroides, camas, … El Camino de los Prodigios une Miranda del Castañar y Villanueva del Conde a través de un recorrido de 10 kilómetros. Se trata de un sendero circular que recoge obras de los artistas Félix Curto, Alfredo Omaña, Marcos Rodríguez y Pablo S. Herrero y permite al caminante disfrutar de paisajes del parque natural de Las Batuecas.
El Camino del Agua parte de Mogarraz, continúa cercano a La Alberca, y llega a Monforte de la Sierra, un municipio que se alza sobre un promontorio ofreciendo sorprendentes vistas del valle formado por los ríos Milano y Arromilano, como queda patente en el Mirador del Viborero. Es una ruta que hace una oda al agua que está presente en todo el recorrido y cuenta con seis intervenciones escultóricas.
El Bosque de los Espejos también es un camino circular entre San Martín del Castañar, Sequeros y Las Casas del Conde. Con 9,2 kilómetros de recorrido ofrece un paseo por una zona llena de castaños, robles, fresnos, encinas o quejigos que comparten espacio con frutales, viñedos y olivares, sin olvidar el importante cerezo de la zona. Acoge las obras de arte la Torre de Intercambio (de Jesús Palmero); la Casa de Árbol y una Aguja (Luque López), efímeras magentas (José Antonio Juárez), Mochuelos (Pablo Amargo), y Puertas Abiertas en el campo (de Manuel Pérez de Arrilucea), entre otras.
En el Camino de las Raíces empieza y termina en La Alberca y es uno de los mejores exponentes de la riqueza natural de la Sierra de Francia que se combinan con las obras artísticas de Begoña Pérez; Lucía Loren; Iraida Cano y sus hojas de roble; Fernando Casas con su “asteroide”; Carlos Beltrán; y Fernando Méndez.
Sin alejarnos de la Sierra de Francia encontramos una red de senderos que discurren a la par que el Río Alagón. La Ruta de los Tres Ríos sale al encuentro de las desembocaduras de los ríos Francia y Cuerpo de Hombre en el caudal del río Alagón, el valle fluvial que recorre de norte a sur la Sierra de Francia para incorporarse al Tajo. En el recorrido, el viajero atraviesa espacios naturales muy diferentes en un territorio declarado Reserva Natural de la Biosfera donde los bosques de encinas, alcornoques, madroños, quejidos y rebollos contrastan con el arbolado de las riberas cubiertas de álamos, sauces y alisos. Antiguos caminos utilizados por los vecinos de la zona para acercarse a los ríos o a las zonas de cultivo de olivos, vides o cerezos. El sendero es circular, saliendo desde la plaza de Sotoserrano.
La Ruta de los lagares rupestres ofrece al caminante 13 kilómetros para disfrutar de la tradición vitivinícola de San Esteban de la Sierra con un recorrido lleno de bancales, corrales, fuentes, pozas y los lagares rupestres, que son excavaciones en roca de granito realizadas por el hombre en un lejano pasado y utilizadas para el primer proceso en la elaboración del vino.
Entre Santibáñez de la Sierra y San Esteban de la Sierra encontramos el Sendero de los miradores de las Sierras. Una ruta corta, de tan solo cinco kilómetros y circular que discurre entre huertas y viñedos y que cuenta con miradores sobre el encajamiento del río Alagón. Desde aquí se divisan grandes aves y se disfruta de unas vistas espectaculares del espacio natural de Las Quilamas y de las sierras salmantinas de Francia y de Béjar, territorios declarados Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
El Camino de los Trasiegos es otra de las rutas de esta zona. Un camino con mucha historia ya que recuerda cuando se intercambiaban mercancías sobre un carro por esa zona en la época del estraperlo. Discurre entre San Miguel de Valero y Valero, en una zona de encinares y castaños, con vistas al valle de Las Quilamas. y transcurre entre frondosos bosques de encinares y castaños. Por su parte, el Sendero de las Piedras Mágicas es una ruta circular de 9 kilómetros en torno a La Redonda transcurre entre callejas, restos de calzada romana y las orillas floridas del río Morgáez. El camino sale a la búsqueda de aquellos lugares que están señalados por la historia, como el dolmen de los Pedazos de la Mata o forman parte de la historia, como la piedra del Perdón o sencillamente conservan el recuerdo de la vida cotidiana, como el lavadero y el chozo de las lavanderas.
En Linares de Riofrío se halla La Honfría, un bosque de acebos y castaños centenarios donde brotan fuentes de las entrañas de la sierra. Es el Sendero de la Honfría, con un tramo de 7 kilómetros.
Cambiando el rumbo, nos dirigimos a Las Arribes. Allí, los Senderos de la Frontera son una alternativa fantástica para disfrutar de la naturaleza del sur del parque natural. El Sendero del Aceite recorre el terreno donde tradicionalmente se ha cultivado el olivo. Discurre entre San Felices de los Gallegos y Ahigal de los Aceiteros. Por su parte, el Sendero de los Frutos va desde esta última localidad hasta la zona conocida como La Carrasquera en una ruta de 9 kilómetros de distancia con vistas a Las Arribes del Río Águeda. El Sendero de las Piedras Mágicas ofrece un recorrido circular de 9 kilómetros en torno a La Redonda, entre callejas, restos de la calzada romana y las orillas del río Morgáez, mientras que el Sendero de La Barca ofrece algunas de las vistas más impresionantes de Las Arribes. Son caminos utilizados por arrieros, carreteros, vecinos y contrabandistas que llevaban mercancías entre España y Portugal.
Por último, también en Las Arribes el GR-14 es una senda que arranca en Soria y termina en el salmantino muelle de Vegaterrón siguiendo la estela del Duero. En Salamanca entra desde Fermoselle y recorre varios pueblos salmantinos permitiendo al caminante disfrutar de una de las orografías más espectaculares de Salamanca.
En el llano salmantino, desde la capital hasta Alba de Tormes discurre la Vía Verde de la Plata, que tendrá continuidad hasta Extremadura. El tramo salmantino permite cruzar lugares como el Sitio de la Batalla de los Arapiles. También vinculado con el ferrocarril, no podemos olvidar el Camino de Hierro. Una impresionante ruta que permite recorrer 17 kilómetros de la antigua línea férrea entre la Fuente de San Esteban-Barca d'Alva. Una ruta que conjuga paisaje y vistas espectaculares con las obras de ingeniería civil más importantes del siglo XIX en la provincia. Puentes suspendidos en desfiladeros imposibles, túneles horadados en la roca viva y la amplitud de unos paisajes que forman parte de un ecosistema único ofrecen una propuesta diferente en pleno parque natural Arribes de Duero.
También te puede interesar
Lo último