‘El Diagosto’ es como los albercanos conocen a la mayor festividad de este enclave: El día de la Patrona, Nuestra Señora de la Asunción. La tradición manda que el día de la festividad de Santiago, a las dos de la tarde repiquen las campanas y se toque el esquilón y a esa misma hora se tirarán cohetes y bombas, anunciando la festividad completa, es decir: Ofertorio a la Virgen el día 15 de agosto, al día siguiente la representación de la Loa y toros los días 16 y 17.
En Macotera, en esa Plaza tan especial, defendida de los vientos del Norte por el Cerro de la Cruz y del Cauro por el alto de la Carrallano, con las nieves perpetuas en el horizonte y las encinas como testigos de ese cuadro del llano que es Macotera, es menester reivindicar a ese tipo plural y curioso, charro de pura cepa, listo, reservado, serio, luchador y amante de la tradición como es el macoterano.
En Vitigudino, nacidas desde la más estricta religiosidad, las fiestas en honor a la Virgen del Socorro son una parte importante en la vida de los vitigudinenses, pues no hay casa donde no aparezca una imagen de esta Virgen sin niño, patrona de los desamparados. Tanta es la devoción que le procesa este pueblo, que sus mayordomas esperan para serlo más de veinte años de sus vidas, un momento que reciben con la misma ilusión que entrega durante los doce meses que portan las varas.
Mientras, los festejos taurinos marcarán un año más la pauta en las tradicionales fiestas en el oeste de la provincia. Si por algo se ha venido caracterizando esta zona
es por la diversidad de actos en su programación de fiestas de agosto, celebraciones en honor a la Virgen de la Asunción, un día que está rodeado de múltiples actividades antes de la llegada de losfestejos taurinos, eventos que como en otros lugares de la provincia copan el máximo interés de un público en un territorio inminentemente taurino.
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