De nuevo hace algunos años se han vuelto a vestir las mujeres con el traje serrano que en cada localidad serrana tiene su atractivo peculiar y, llegados procesionalmente a la ermita se celebra la santa misa concelebrada por varios sacerdotes de la zona y cantada por el coro parroquial. Terminada la Eucaristía comienza la procesión en torno a la ermita, concluyendo con el baile regional de tejer el cordón y las jotas charras y serranas.
A media tarde el rezo del santo rosario congrega a los fieles, de nuevo, en torno a María del Buen Suceso. Concluido el mismo, los bailes charros y la degustación del clásico hornazo o la merienda en grupos de amigos ponen la nota final de un día tradicional en la vida de los linarenses. Antiguamente se celebraban representaciones teatrales y corridas de toros; el Ayuntamiento pagaba todo el vino que con motivo de la merienda se gastara, costumbre que aún hoy perdura.
Para todos los vecinos de Linares esta fiesta reviste un carácter familiar y eminentemente religioso, en cualquier lugar donde se encuentren, la Virgen del Buen Suceso ocupa un lugar en su corazón. Poco importa el origen o procedencia de esta tradición, lo importante es que la devoción a María bajo esta cariñosa advocación contribuye eficazmente a mantener la fe en este pueblo de Linares.
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