Una representación de vecinos de Brincones y otros seis municipios aledaños de la comarca de Vitigudino formada por 15 personas quisieron trasladar hoy su malestar por la reestructuración sanitaria diseñada por la Junta de Castilla y León intentando acceder a la sesión plenaria. 

 

La idea de la delegación vecinal era acceder juntos al salón de plenos. Sin embargo, el aforo de la sala, limitado a 50 personas, según recordó en varias ocasiones tanto el presidente, Javier Iglesias, como el vicepresidente, Carlos García Sierra, interpelado por el Grupo Socialista,  impidió que pudieran cumplir su deseo. Esa circunstancia propició la protesta vecinal al entender que, de forma deliberada, desde la institución retrasó su entrada al plenario hasta que se rozó el lleno. Las quejas de los vecinos por la presencia de los asesores de ambos partidos en el pleno -como es habitual en cada sesión- desencadenó la salida de estos. Pese a ello y a que Iglesias señaló en varias ocasiones que podían entrar varias personas, el espacio libre seguía siendo insuficiente para que accedieran todos los vecinos que estaban en el exterior, por lo que decidieron no entrar y hacer público su malestar desde el exterior.

 

“Estrategia chusca de Javier Iglesias”

 

A juicio de Álvaro Martín, uno de los miembros de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Fevesa, presente junto al presidente del colectivo, José María Collados, lo sucedido es “una estrategia chusca por parte de Javier Iglesias mientras el salón de plenos se iba llenado de diputados, periodistas y trabajadores de la casa”. Martín explicó que los vecinos llegaron a las 12:30 al Palacio de la Salina y se les indicó que esperaran antes de acompañarlos al salón de plenos. Al ver que pasaban los minutos y nadie les invitaba a entrar, cuando quedaba un minuto para el inició de la reunión decidieron subir y se encontraron con la negativa de un guardia de seguridad que les impidió entrar con el argumento de que el aforo ya estaba completo. En ese instante tanto Collados como Martín entraron a la sala y ante los diputados provinciales expresaron su contrariedad. A continuación decidieron abandonar el salón. “Vecinos que vienen de muy lejos no pueden ser tratados como ciudadanos de segunda”, criticó Martín, quien también recordó que los habitantes de la comarca de Vitigudino presentes hoy en Salamanca tienen “el mismo derecho que cualquiera a estar en el pleno y, si es necesario por aforo, que trasladen el lugar de celebración porque debe ser público”. “Hemos confiado en el presidente de la Diputación pero casi ha tocado asaltar el edificio para entrar: esa es la enseñanza de Javier iglesias”, criticó Martín para quien  “se nos ha insultado dejándonos a la puerta”.

 

La sesión plenaria se interrumpió en varias ocasiones tanto por el trasiego de medios de comunicación como por las invitaciones por parte de Javier Iglesias para que entraran algunos vecinos, propuesta que rechazaron hasta en tres ocasiones. 

 

El PSOE pregunta

 

En la parte final de la sesión plenaria, el portavoz del grupo socialista, Isidro Rodríguez Plaza, aseguró que la formación renunciaba a todas las preguntas que tenía preparadas para el preceptivo turno que se da al final de cada pleno por plantear solamente una: “¿Por qué si estaban esperando desde media hora antes del inicio se les ha impedido el paso cuando aquí no había nadie?”. El vicepresidente García Sierra apeló a la normativa que regula la capacidad del salón y recordó que se permitió la entrada a la gente hasta completar el aforo.

 

Descontento con la respuesta, Rodríguez Plaza apuntó que en otras ocasiones, e invitados por el equipo de Gobierno, “más personas que las que hoy estaban fuera han visitado el salón de plenos”.
 

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