Con la llegada del verano bullen por doquier las celebraciones en los pueblos de la provincia de Salamanca. Entre hordas de desenfreno también hay un hueco el fervor religioso. Múltiples tradiciones se retrotraen allá donde habita el olvido. Una de ellas tiene a mediados de julio como protagonista a la Virgen del Carmen. Durante la Edad Media los carmelitas debieron abandonar el Monte Carmelo. Se dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina, siendo para ellos desde entonces su guía por el océano, su estrella de mar. En Alba de Tormes cada año se venera a la Virgen marinera, festividad cuyo origen encierra un relato que va más allá de la repetición generación tras generación.

Cuenta la leyenda que el río Tormes a su paso por la villa ducal era un tesoro de escamas. La abundante pesca suponía un importante sustento para muchas familias albenses. En ocasiones también suponía un bello espectáculo para los zagales el poder contemplar cómo diversas especies surcaban contracorriente. Pero un verano de gran sequía, de la noche a la mañana, la pesca desapareció. Los lugareños no daban crédito. El caudal no era tan abundante como en invierno, pero sí suficiente, incluso superior a años anteriores. Por eso no entendían qué estaba ocurriendo. Los pescadores buscaron una explicación racional para aquella ausencia de peces. El calor excesivo del agua, que estuvieran a mayor profundidad e incluso que alguien los estuviera reteniendo aguas arriba, por lo que se dirigieron hasta casi Encinas de Arriba. Pero no. Allí tampoco había rastro de pescado alguno. Durante una semana se pasaron rastreando el río, palmo a palmo, cazo a cazo, pero nada. Las redes regresaban como habían llegado a la barca, vacías de peces, repletas de fango, basura, incredulidad y resignación.

 

Era ya mediados de julio y la pesca continuaba sin aparecer por Alba de Tormes. Como cada jornada, los marineros de agua dulce buscaban el sustento que ya escaseaba en sus familias, habiendo casi gastado sus ahorros para sobrevivir. Exhaustos se encontraban cuando vieron cómo las carmelitas se acercaban en procesión con la Virgen del Carmen. Era el día de su festividad. Al ver la imagen, y ante los infructuosos intentos terrenales, decidieron acudir a la piedad celestial, rogando a la Virgen que intercediera por ellos y les devolviera la pesca que hasta entonces había alimentado a mujeres e hijos. Mientras proseguían con las oraciones, los pescadores transportaban la talla hasta la otra orilla. Al llegar a mitad de trayecto, la barca en que se encontraba la imagen se detuvo. Por unos instantes, el agua se revolvió, como si una extraña brisa la agitara. Los ocupantes de la barca otearon el río, pero no hallaron nada fuera de su común desgracia. Sin embargo, cuando se disponían a retomar los remos para continuar la singladura, un cercano chapoteo los sobresaltó. Al instante, otro. Y otro. Y otro más. Decenas de cabezas de peces asomaban alrededor de ellos, saltando sin parar. Tras unos instantes de parálisis por el asombro del milagro, los pescadores echaron las redes al río y obtuvieron una de las mayores capturas que se recordaban en la villa. Las barcas volvían llenas a la orilla. Una vez allí, devolvieron la imagen a las carmelitas, no sin antes colmarla de besos y abrazos. Desde entonces, cada 16 de julio, la Virgen del Carmen, patrona de los marineros, cruza las aguas del río Tormes a su paso por Alba de Tormes en señal de agradecimiento.

 

Aunque hoy día se ha perdido el oficio de pescador en la villa, se mantiene la tradición al llegar la puesta de sol. La Virgen es transportada desde el otro lado del río ante la mirada de cientos de vecinos apostados en la orilla y los aledaños de El Espolón. Se extrae del fondo del río el Santo Escapulario, principal signo del culto mariano carmelita, y los pescadores echan sus redes al río. En función del número de peces capturado así será la fortuna durante el próximo año. Posteriormente se devuelve al agua a los peces, se alcanza la otra orilla y la talla procesiona por las calles de la localidad.

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