Colas de hasta un kilómetro para pesar y entregar la aceituna en la almazara de Aldeadávila de la Ribera, la principal por capacidad de toda la provincia. Es el panorama con el que se han encontrado este sábado los productores, molestos por el funcionamiento de una almazara que, de propiedad municipal, consideran que "se ha quedado obsoleta" y es incapaz de molturar al ritmo de las entregas porque "ya no da más de sí". ¿Qué hacemos, las llevamos para casa?, se preguntaban.
En marcha la campaña desde hace nueve días, la larga cola de espera para entregar la cosecha se ha acentuado coincidiendo con el fin de semana, cuando se multiplica la recolección, y la entrega. "Recogemos, llegamos y las tolvas ya están llenas", han explicado algunos productores a SALAMANCA24 HORAS.
Con el consiguiente enfado por la espera a las puertas de la almazara, aseguran que en apenas diez días, "solo se han podido recoger aceitunas dos", por lo que, a estas fechas, "no hemos recolectado ni el 30% de la cosecha". Con esta situación, afirman que "estaremos en Navidades con las aceitunas". Retrasos en la entrega y malestar de los productores y de muchos familiares que aprovechan el fin de semana para acudir a Aldeadávila y ayudar en la recogida.
Situación que viven los agricultores de Aldeadávila que también incidirá en el resto de productores de la zona de Arribes que entregan en Aldeadávila como Masueco, Mieza, Sobradillo, Lumbrales o Pereña, pagando su correspondiente tasa.
Santiago Hernández: "125.000 kilos entregados en un solo día es una barbaridad"
"Se está recogiendo mucha más de la que se puede molturar", ha explicado el alcalde de Aldeadávila, Santiago Hernández, cuyo ayuntamiento es el propietario de la almazara.
"Sí, hay muchas colas, si va tanta gente es imposible", admite el regidor de la localidad, que asegura que se está tomando "como un acto social" y pone como ejemplo que solo el pasado sábado, 16 de noviembre, se recogieron 125.000 kilos. Cifra que califica de "barbaridad, porque no hay almazara que pueda con ellos".
Sin embargo, Hernández indica que facilitan que se pueda recoger los fines de semana porque hay muchas personas que viven fuera y tienen sus olivares, "hay que darle oportunidad", porque, remarca, "se trata de preservar el olivar".
Con una almazara que en una buena campaña puede recibir 1,5 millones de kilos, las previsiones para este año pueden estar en una cifra "alta", superando los 600.000 kilos. Respecto a la calidad del aceite, se prevé muy buena, aunque hay que esperar "porque las últimas lluvias y el fuerte viento están afectando a la aceituna".
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