La confianza es básica para que una relación funcione, pero con los celos aparecen los problemas y así se siente por primera vez Sabrina cuando limpiando la casa se encuentra un peluche con un corazón: "El regalo no lo he visto de primera mano" y así se lo hace saber a Jonathan que le insiste en que era una sorpresa. Tras una charla y una cena romántica ambos deciden pasar página.

A Sabrina el peluche con un corazón no le convence como regalo sorpresa de su marido, algo en lo que insiste Jonathan. Tras una noche difícil, ambos se reúnen en una cena romántica en la que hablar las cosas. Sabrina y Jonathan se piden sinceridad y vuelven a ser los mismos enamorados de siempre. Aún así, Sabrina sigue convencida de que el peluche no es nuevo pero quiere zanjar el tema y reconciliarse con su marido.

La suegra, al acecho como un águila

Marisa aparece como invitada en casa de Jonathan y Sabrina: "Que bien voy a comer, sobre todo si hay vino". La madre de Jonathan puede ser todo lo crítica que quiera pero sincera, también. "Voy a fisgonear un poquito" dice al entrar en casa de los recién casados, revisa los armarios, la cocina? "Voy a estar al acecho como el águila" , la actitud en ella parece que ha cambiado y Sabrina cree que Marisa ya ha aceptado su matrimonio "por narices".

Sabrina y Jonathan deciden juntas a sus familias en una comida que acaba reforzando la unión entre ambas. Marisa llena de halagos a su nuera y consuegra, incluso les lleva un regalo algo que sorprende gratamente a Sabrina. Ambas familias disfrutan de la comida, José se reencuentra con Sonia y cree que hay feeling...

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído