El hotel Recoletos Coco de Salamanca acogió este viernes la cena solidaria en favor de Proyecto Hombre, que congregó a numerosas autoridades y personalidades destacadas de la sociedad charra.

En 1984 nace el primer centro de Proyecto Hombre. Será en Madrid y, a partir de ese momento, se crearán y se pondrán en funcionamiento otros en distintas comunidades autónomas. Los presidentes de los mismos se asociarán en 1989 para garantizar una metodología y filosofía comunes que preserven la identidad de Proyecto Hombre y la calidad de intervención. No será hasta el año 2000 cuando comience la andadura de Proyecto Hombre en la ciudad de Salamanca. Cuatro años más tarde, se construirá el primer centro residencial de la entidad en la capital del Tormes al objeto de atender a las personas con problemas de adicción.

Proyecto Hombre propone un programa educativo-terapéutico que basa su metodología en distintas corrientes de la psicología actual. Mediante el mismo, se proporciona el sustrato teórico de referencia a la hora de elaborar los procesos terapéuticos. Asimismo, en las líneas básicas de abordaje terapéutico existe una clara línea humanista-existencial en la concepción de la persona y el problema en la droga. La autoayuda constituye un elemento fundamental como estilo de trabajo y como instrumento terapéutico. El fin último del programa, por así decirlo, es el crecimiento constante de la persona en su globalidad, prestando atención a aspectos físicos o históricos y a las áreas comportamental, afectiva, cognitiva y existencia.

En Proyecto Hombre están convencidos “que el problema no es la droga, sino que la dificultad está en la persona y trabajamos para que la misma alcance una autonomía y madurez que le permita una adecuada reinserción en la sociedad”. Así las cosas, los objetivos y funciones son el prestar a los colectivos marginados, minorías étnicas y a cuantas personas lo precisen por encontrarse social y personalmente inmersas en una situación de marginalidad, cualquiera que fuese su causa u origen, los mecanismos precisos para su reinserción o, en su caso, la misma inserción en la vida social del entorno que residan.

A estas personas y colectivos, en suma, se les orienta en la búsqueda y posible puesto de trabajo así como de la formación educativa y profesional que precisen para la mejora de sus currículum. A parte de poner al servicio del interno la promoción social y cultural mediante el desarrollo de actividades necesarias para facilitar ese objetivo de la inserción social también por la acogida y asistencia a minorías.

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