La historia vitivinícola de Prímula nace en junio de 2018, cuando cuatro amigos de dos familias salmantina inician dentro de la D.O. Toro un proyecto que ha dado sus frutos en el último mes, cuando ha salido al mercado su primera añada, la del 2019.
Traen dos gamas de vino diferentes: ‘Prímula’ y ‘Prímula Amanecer’. Dos caldos que expresan el sentir de estos cuatro amigos a través de sus cepas viejas, situadas en una pequeña viña de unas cinco hectáreas.
Dos productos de una cuidadísima elaboración, desde los trabajos en su viña, tratada en ecológico, hasta la vigilada fermentación y crianza en Morales de Toro, para obtener apenas 8.000 botellas (6.528 de Prímula y 1.130 de Amanecer) que se encuadran perfectamente dentro de la nueva tendencia de los vinos de Toro. Dos vinos, con 13 y 16 meses de barrica respectivamente, que se caracterizan por su frescura, elegancia y estructura, sin renunciar al cuerpo esperado en un vino de esa denominación.
José Luis y Jonatan cuenta a Salamanca24horas.com que “la esencia del proyecto radica en la tierra y en las cepas que conforman la viña centenaria que adquirimos. A lo largo de estos años hemos mejorado, con el único propósito de hacer un vino de la mejor calidad posible”.
“En ese trabajo, en la tierra, reside el 90% del valor de la copa de vino que después nos servimos”.
Beatriz y Elena, socias también, resaltan la importancia de mimar cada una de las tareas que se realizan y de las decisiones que se toman: “Todas son importantes a la hora de transmitir una idea, no sólo los cuidados de la tierra o los meses que el vino pasa en las barricas, sino, también, la manera de vestir el vino”. Una etiqueta elegante, un corcho de alta calidad y la elección de una botella estilizada, hacen que el consumidor perciba las características y la calidad del vino que está a punto de probar.
La dirección técnica de sus dos enólogos, Marta Ramas y Miguel Fisac, ha sido fundamental a la hora de desarrollar el proyecto puesto que, desde el primer momento, entendieron lo que los promotores querían y han sabido adecuarse a las características específicas de la Tinta de Toro, una uva con un carácter especial, pero que cuando recibe el cuidado adecuado nunca decepciona.
De esa idea surge como necesidad la vinificación por zonas, es decir, sacar matices diferentes a los vinos en función de la orientación y el tipo de suelo en el que se encuentra el fruto, a pesar de encontrarse las cepas a solo unos metros de distancia de unas a otras.
Prueba de ello son sus dos primeros vinos. Prímula Amanecer es el resultado de una recogida seleccionada en una zona muy concreta de la viña, y una fermentación y crianza diferenciada de principio a fin. Como ellos dicen “la calidad” es la guía en su toma de decisiones.
Estos cuatro salmantinos consideran todo un éxito el intentar aportar su pequeño grano de arena en que los vinos de Castilla y León sigan ganando notoriedad, tanto en el territorio nacional como internacional, y que sigan manteniendo o mejorando la calidad que ya poseen www.vinoprimula.com (enlace de la web).
