La Audiencia Provincial de Salamanca ha acogido en la mañana de este miércoles, 27 de febrero, la primera sesión del juicio contra C.D.F.P., un joven acusado de dejar en coma a su pareja, una mujer de 18 años, durante una violenta discusión en un inmueble de San Bernardo.
El acusado, que se enfrenta a 13 años de cárcel, ha reconocido haber agredido a patadas a la joven, durante “una discusión y agresión mutua”, pero que “en ningún caso quise matarla”. También ha afirmado que era consumidor habitual de cannabis y marihuana y que los fines de semana también tomaba cocaína. Ambos tienen un hijo en común que en el momento de los hechos tenía poco más de un año. La joven estuvo en coma más de un mes y sufre importantes secuelas por los hechos.
Los hechos, según ha relatado en su comparecencia el acusado, ocurrieron en las primeras horas del día 14 de mayo de 2017, en un inmueble de la calle Faisán, propiedad de los padres de la víctima y en la que varios días a la semana vivía la chica junto al hijo de ambos. Horas antes, ambos habían llegado de la comarca de Guijuelo para celebrar el cumpleaños de la hermana de la víctima. En el piso se encontraban con otra pareja, con la que previamente iban a cenar, pero que finalmente no hicieron porque acusado y víctima se pusieron a discutir. Mientras que él ha indicado que la discusión tuvo lugar porque "ella me recriminaba que yo había decidido tener el hijo y por eso ahora estaba gorda y no le quedaba bien la ropa", la víctima ha explicado que era él el que se metía con ella "porque estaba gorda y me decía que se me salían los michelines".
La discusión fue subiendo de tono y decidieron no ir a cenar con la otra pareja. Esta última se marchó de la casa y regresó después. Víctima y acusado se fueron de fiesta y en los bares siguieron discutiendo. A su regreso a casa, a eso de las 07:00 de la mañana, víctima y presunto agresor han indicado que volvieron a gritarse y acabaron, según él, agrediéndose mutuamente; mientras que ella ha dicho que él le pegó un puñetazo que la hizo golpearse con el marco de una puerta y caer al suelo. Y fue ahí cuando arremetió contra ella pisoteándole la cabeza, algo que él no ha negado, aunque sí ha dicho que "en ningún momento pretendía matarla". "Le di patadas, la vi sangrar y me asusté", ha afirmado, explicando que no fue él quien llamó a la Policía, sino el amigo que se encontraba durmiendo en aquel momento en la casa. "Él se despertó, me empujó y se fue a la calle a llamar". El acusado también ha negado que fregara el suelo de la casa antes de la llegada de la Policía.
Otras declaraciones de la víctima
La joven salvajemente atacada, que pasó en coma 17 días, más de un mes ingresada en el Hospital y casi 100 días posteriores en un centro de Madrid para pacientes con daño cerebral, ha afirmado que fue recuperando los recuerdos de aquella noche progresivamente, y que en la actualidad se encuentra mucho mejor y ha podido volver a estudiar la ESO. La chica, que ha sido incapacitada judicialmente debido a las secuelas que presenta, y son sus padres tanto sus tutores como las del pequeño niño que tuvo con el presunto agresor, ha relatado que por entonces trabajaba de relaciones públicas y estudiando un curso de hostelería en Santa Marta. "En los primeros días se me había olvidado escribir", ha afirmado durante la vista.
"Yo creo que intentaba matarme", también ha explicado, contando que el joven la amenazaba de forma reiterada en diferentes ocasiones e incluso alguna vez esgrimió un cuchillo. "Era agresivo, controlador, posesivo y muy celoso", le ha contado a los jueces de la Audiencia Provincial.
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