El varón de nacionalidad venezolana, U.J.C.Z., que debía sentarse en el banquillo de acusados de la Audiencia Provincia de Salamanca en la mañana de este viernes, 20 de julio, acusado de un presunto delito de homicido en grado de tentativa, ha sido condenado a una pena de cinco años de 10 meses de prisión, después de reconocer los hechos.
El representante del Ministerio Fiscal ha estimado en su solicitud de condena la agravante de abuso de superioridad por el uso de un cuchillo, pero también la atenuante de dilaciones indebidas (que es un retraso en la tramitación del procedimiento penal no provocado por el propio acusado).
Los hechos se produjeron sobre las cinco de la madrugada del 30 de agosto de 2015 en una discoteca de ambiente latinoamericano situada en la calle Pedro Cojos de la capital salmantina. De forma súbita y sin enfrentamiento previo, el joven ecuatoriano recibió varias puñaladas por la espalda en el costado izquierdo y el abdomen con un cuchillo de cocina de 17 centímetros de hora. El herido y empleados del local lograron arrebatar el cuchillo al agresor, que huyó del lugar.
La víctima, ayudada por algunos testigos, bajó hasta la Gran Vía, donde cogieron un taxi que les trasladó hasta el hospital Virgen de la Vega. Allí, la intervención quirúrgica que le practicaron los médicos logró salvarle la vida. Las heridas tardaron 90 días en curar, 45 de ellos de ingreso hospitalario.
Tras recabar el testimonio del herido y de varios testigos, la Policía Nacional pudo identificar al presunto agresor, que se presentó horas después y ya de día en la Comisaría de Salamanca en compañía de su abogado, donde fue detenido.
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