Los despistes, las prisas o solo hacer caso al GPS, no son buenos amigos de la conducción. Este viernes a mediodía el conductor de un turismo que circulaba en las inmediaciones de la plaza de la Concordia lo ha podido comprobar en sus propias carnes.
Fruto de un despiste, el conductor de este vehículo ha dejado colgando su coche en las escaleras peatonales que dan acceso al mencionado espacio urbano.
Afortunadamente, el vehículo se ha quedado clavado en la parte superior de las escaleras y no ha habido que lamentar males mayores.
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