El pasado jueves, cuando el CEIP Campo Charro, situado junto al complejo hospitalario, abrió sus puertas, faltaba algo. Y es que varios ordenadores portátiles del centro habían desaparecido, para sorpresa de los conserjes y el profesorado.
Este hecho fue inmediatamente notificado a la Policía, que acudió al recinto a investigar lo sucedido y a tomar huellas. Por ello, varios alumnos de Primaria se quedaron estupefactos al ser desplazados de aula para facilitar la labor de los agentes.
Además, muchos de esos portátiles aparecieron en el patio del colegio, por lo que se está tratando de averiguar si los ladrones sustrajeron alguno o, finalmente, todo quedó en simple vandalismo.
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